(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 06.05.2022).- La foto del Papa Francisco en una silla de ruedas para sus desplazamientos dentro del mismo Vaticano es ya la imagen de esta etapa del pontificado. Así se le ha podido ver el pasado jueves 5 de mayo en el encuentro con cientos de religiosas llegadas a Roma para la Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Mayores.
Un día antes, el miércoles 4 de mayo, fueron claramente perceptibles los ánimos transmitidos al Papa, sea a través de las porras que de los aplausos, cuando este hacia el esfuerzo para ponerse de pie con la ayuda de terceros. Los hechos eran, además, evidentes, visto que lo que sucedía acontecía en la Plaza de San Pedro, ante los ojos de los peregrinos y del mundo.
Días más atrás había manifestado a un grupo de peregrinos eslovacos, al final de una audiencia especial el sábado 30 de abril, la “humillación” que esto le estaba suponiendo:
Ahora os daré la bendición y rezaremos juntos para que el Señor os bendiga a todos. Y luego me despido de ustedes, pero hay un problema: esta pierna no está bien, no funciona, y el médico me ha dicho que no camine. Me gusta ir…, ¡pero esta vez debo obedecer al médico! Por eso les voy a pedir que hagan el sacrificio de subir las escaleras, y me despido de ustedes desde aquí. Es una humillación, pero la ofrezco por su país. Gracias.
El Papa también se sinceró con farmacéuticos italianos cuando el 2 de mayo les dijo en su residencia Santa Marta:
Esta audiencia debía ser en el Palacio Apostólico, pero debido a mi rodilla es aquí. Disculpen.
Que el Papa no está bien de salud es un hecho. Que el Papa no puede caminar bien, es evidente. Que el Papa lo está diciendo públicamente, es una realidad. Son ya dos las ocasiones en que en un solo mes el Santo Padre cancela su agenda diaria: una el viernes 22 y otra el martes 26 de abril. La pregunta más concreta es “¿qué le sucede al Papa?”.
El Papa padece de gonalgia en la pierna derecha, concretamente en la rodilla. Un camino de solución posible era la intervención quirúrgica, pero eso implica meses de rehabilitación y no parece que la personalidad del Papa, lejana a la pasividad, se preste para eso. Una operación, por otra parte, podría suponer la necesidad de implantes de prótesis: tanto en las articulaciones como en la rodilla. Y la cancelación de viajes (para este 2022 están previstos, en junio y julio, viajes del Papa a Líbano, Congo y Sudán del Sur; y más adelante Canadá y Kazajastan).
Pero, ¿qué es una gonalgia? Es una enfermedad por desgaste que aparece cuando el cartílago de la rodilla se deteriora con el uso y la edad. Suele estar relacionada también con la artrosis. El síntoma se manifiesta por medio de un dolor agudo que afecta la rodilla del Papa y en ocasiones incluso toda la pierna derecha, hasta la cadera.
Se sabe que en 1994 el Papa Francisco tuvo una operación de la cadera y se le colocó una prótesis en la cadera derecha. “La prótesis, con un cargo desbalanceado sobre la articulación es en parte responsable, pero también la costumbre de los sacerdotes y las monjas de rezar de rodillas puede haber empeorado su caso”, dijo el doctor Francesco Bove al diario Clarín.
Por lo pronto el Papa ya está en tratamiento: un tratamiento que, por cuanto se sabe, ha supuesto que le inyecten directamente la rodilla y diez días de reposo completo. La inyección la están poniendo. A juzgar por la agenda que sigue llevando el Pontífice, el reposo completo es otro asunto…
