Por: Enrique Villegas
(ZENIT Noticias / Alepo, Siria, 08.07.2022).- Una religiosa que ministra a los cristianos perseguidos en Siria ha advertido que “una gran bomba” de hambre está explotando en todo el país.
En declaraciones a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), la hermana Annie Demerjian de Alepo, Siria, dijo que el deterioro de la economía del país había provocado un éxodo masivo: “Una familia vendió su casa y le dio el dinero a un grupo que pensó que los sacaría del país llevándolos a Turquía. Pero el dinero no los llevó a ninguna parte y ahora están sin casa y sin dinero. Están tratando de recuperar su dinero. Todas las familias están tratando de irse de Siria”.
Hablando sobre el peligro que representa la escasez generalizada de alimentos, dijo: “La gran bomba ahora es el hambre. La guerra que estamos librando ahora es contra el hambre. El dinero que les estamos dando [a las familias] no es suficiente”.
La pobreza en espiral, el aumento de la inflación y un mercado laboral estancado han dejado a los sirios comunes viviendo en la miseria. “El invierno pasado conocimos a una familia con tres hijos. Su estado de vida es muy malo. No tienen nada en su casa. Sin colchón, sin nevera, sin luces. Nada. Les preguntamos: ‘¿Cómo se las arreglan con este frío invierno?’ Y dijeron que alguien les dio una cobija y la pusieron en el piso y trataron de arreglárselas. Tratamos de conseguirles un colchón y les pusimos una pequeña batería como generador para que puedan cargarla y usarla. Tenemos largos cortes de luz en todo el país, a veces hay agua y a veces no”, dice la monja.
La hermana Annie también advirtió que las sanciones occidentales contra el gobierno de Assad están dificultando la vida de los sirios comunes: “Para nosotros en Siria ahora la situación no es tan buena en cuanto al estado económico. ¿Por qué? [En parte] debido a las sanciones… Los ingresos de la familia no equivalen a lo que necesitan para vivir a diario”.
Finalizó diciendo: “Quiero agradecer a los benefactores de ACN porque todos estos años han demostrado su gran solidaridad y apoyo. Cuando una parte de tu cuerpo sufre, toda la parte lo siente… Nuestros hermanos y hermanas pusieron a Siria en sus corazones y tomaron medidas”.