Enrique Daniel
(ZENIT Noticias / Ciudad de México, 19.07.2022).- El video se convirtió en viral y no era para menos: Joel, un niño de 11 años, no sólo cantaba bien una canción mariana de bonita letra (“María, mírame”) ante una imagen de la Virgen; él mismo es ciego por lo que esa parte del “mírame” no podía menos que estremecer.
La vida de Joel es un milagro. A los papás de este pequeño, Lucina y Joel, les dijeron 22 años atrás que serían un matrimonio estéril. Pero eso decían los médicos, no Dios. “Señor, si tú crees que yo podría ser una buena mamá, y mi esposo un buen papá, dame un hijo, al mejor que tengas allá arriba, a ese dámelo por favor”, rezó Lucina a Jesús. Y la oración escuchada la notó en su vientre tres meses después.
Pero el milagro tuvo sus complicaciones. Pasados seis meses el pequeño Joel vino al mundo por razón de una eclampsia. Pesaba sólo 900 gramos y al poco tiempo tuvieron que dar a los padres una noticia: el recién nacido no podía ver.
“Señor, mi niño es tuyo, yo lo entrego a tus cuidados; déjamelo, te lo ruego. Pero si me lo quitas, dame fuerza porque mis brazos se van a quedar vacíos”, dijo Lucina al Señor en el trayecto en camión rumbo a la catedral de Toluca. Y su oración también fue atendida.
En torno a 2019 los papás del pequeño Joel se mudaron de Toluca, capital del Estado de México, a la capital del país, la Ciudad de México. Actualmente viven en Cuajimalpa y, comprensiblemente, la vida no les ha resultado sencilla. Al respecto refiere la mamá: “Perdimos todo para poder sacar adelante a Joel de sus enfermedades vendimos el carro, después la casa, luego los muebles; posteriormente fuimos vendiendo la herramienta e incluso trastes. Nos quedamos sin nada”. Pero para Lucina ha sido el mejor intercambio: “Entregué hasta el último bien material que tenía; pero me quedé con mi hijo y ahora lo disfruto como nadie tiene idea, todo el día y todos los días”.
Lucina también recuerda unas palabras que su hijo le dijo cuando tenía apenas 3 años: “Mami, yo quiero ser santo”. “Pues pídele a Dios que te ilumine el camino, y que a mí me dé fuerzas para guiarte”, le contestó.
Y esa guía también ha supuesto los cantos que la mamá le enseña: “A Joel le gusta mucho cantar a Dios y a la Virgen. Yo le enseño los cantos, papá le hace la música con la guitarra y él los canta. Los tres solíamos esperar a que la iglesia quedara vacía para ponernos a cantar”, refiere Lucina. Precisamente en un contexto así es que se tomó el video del pequeño cantando la canción mariana del “María, mírame”.
Cuando se le pregunta a la mamá si tiene algo qué reclamar a Dios ella contesta que “no”: “Yo le pedí el mejor hijo, y eso fue lo que me entregó: al mejor”.
Con información del semanario Desde la Fe, de la arquidiócesis de la Ciudad de México.