(ZENIT Noticias / Nigeria, 20.07.2022).- Los dirigentes católicos de Nigeria han anunciado el «espantoso asesinato» del padre John Mark Cheitnum, el cuarto sacerdote asesinado en el país en lo que va del año.
El padre Cheitnum fue secuestrado el viernes 15 de julio. En un comunicado, la diócesis de Kafanchan, en Middle Belt, dijo que el martes 19 de julio su cadáver fue encontrado «ya en descomposición».
El comunicado, firmado por el canciller de la diócesis, el padre Emmanuel Okolo, cuya copia recibió la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), reveló que el padre Cheitnum había sido «brutalmente asesinado».
Otro sacerdote, el padre Donatus Cleopas, fue secuestrado junto al padre Cheitnum, pero escapó ese mismo día. El padre Cheitnum, de 44 años, llevaba nueve años ordenado y era párroco de la iglesia de Santiago, en Fori.
Además de ser director de comunicaciones de la diócesis de Kafanchan, el padre Cheitnum era presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN) en el área de gobierno local de Jama’a y presidente de la operación de la organización en el sur de Kaduna.
La jefa de prensa de ACN (Internacional), María Lozano, recordó que se reunió con el padre Cheitnum y con el difunto obispo de Kafanchan, Joseph Bagobiri, en una visita de investigación y evaluación de proyectos a Nigeria.
La Sra. Lozano dijo que los dos clérigos describieron el terrible impacto de los crecientes ataques a la diócesis por parte de los terroristas pastores Fulani: «El padre Mark estaba profundamente comprometido en dar voz a las víctimas inocentes de la violencia en su diócesis, que se cuentan por cientos al menos. Ahora él mismo se ha convertido en una víctima en esta espiral de muerte».
Describiendo cómo la diócesis de Kafanchan ha experimentado «terror y violencia» durante muchos años, añadió: «Recuerdo que cuando visitamos al obispo Bagobiri y al padre Mark, había toque de queda y tuvimos que irnos por la tarde porque era demasiado peligroso».
Dijo que el miedo y la violencia se habían extendido no sólo a Kafanchan y al estado de Kaduna, sino a otras partes del Cinturón Medio del país.
En otro mensaje, las diócesis católicas han pedido al gobierno que mejore la seguridad y proteja la vida de los sacerdotes. La Iglesia católica ha sido muy crítica con el gobierno, al que acusa de inacción ante la oleada de asesinatos, secuestros y otros ataques que se han convertido en algo habitual en todo el país.
La diócesis de Kafanchan ha declarado dos días de oraciones por el descanso del alma del padre Cheitnum y de todos los que han muerto en la crisis.
