(ZENIT Noticias / Roma, 23.08.2022).- En ocasión de la 72 Semana Litúrgica Nacional que se celebra en Salerno, Italia, del 22 al 25 de agosto, el Papa envió un mensaje a los participantes a través del Secretario de Estado. El tema general del evento es “Ministerio al servicio de una Iglesia sinodal”.
Al respecto, el cardenal Parolin hace notar que “El Centro de Acción Litúrgica propone oportunamente una reflexión sobre la animación litúrgica de todo el Pueblo de Dios, llamado en la diversidad de tareas y ministerios a dar alabanza a su Señor. Las jornadas de estudio y discusión pueden ser un lugar ideal para verificar el impacto real de los nuevos ministerios instituidos del Lector, Acólito y Catequista en la práctica eclesial, mirando la promoción de los mismos ministerios a la luz del Magisterio del Papa Francisco, que nos invita constantemente a renovar la forma Ecclesiae en clave más comunitaria, superando cualquier tentación residual de clericalismo”.
Refiriéndose, más adelante, a lo que debe inspirar todo ministerio en la Iglesia, el mismo Secretario de Estado advierte “Se trata, pues, de fomentar en los fieles laicos una conciencia más clara de su vocación, que se expresa en una pluralidad de tareas y servicios para la edificación de todo el pueblo cristiano”. A continuación hace una seria advertencia:
“Al tratar estas cuestiones, hay que tener cuidado de no confundir el sacerdocio común y el sacerdocio ministerial, interpretando arbitrariamente el concepto de «sustitución», «clericalizando» y arriesgándose así a crear una estructura eclesial de servicio de facto paralela a la fundada en el Sacramento del Orden”.
En la Iglesia católica se habla de “sacerdocio ministerial” cuando se alude a las personas que han recibido ese sacramento. Se habla de “sacerdocio común” a una derivación del sacramento del bautismo por la cual todo bautizados puede ofrecer obras de culto agradables a Dios pero distintas a las de un sacerdote que ha recibido el sacramento del orden.
Las Semanas Litúrgicas Nacionales comenzaron en 1947 y han demostrado ser una importante oportunidad de crecimiento en la formación litúrgica para toda la Iglesia italiana.