Madre e hija senegalese. Foto: Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo

Nigeria vive hoy orgullosa; Polonia y Hungría viven avergonzadas

La próxima vez que un conservador cante las alabanzas de cualquiera de ellos, especialmente de Hungría, dígale lo que ocurrió en la ONU esta semana. Y de paso, alaben a los países de África que hoy han demostrado auténtica valentía.

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Por: Austin Ruse

 

(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Nueva York, 05.09.2022).- A los conservadores occidentales les gusta pregonar el carácter heroico de Polonia y, sobre todo, de la Hungría de Victor Orban por defender a la Unión Europea en cuestiones como la inmigración. Pero los conservadores, especialmente los conservadores sociales, deberían entender que ni Polonia ni Hungría han hecho nunca gran cosa por el niño no nacido en la ONU. Y eso que es algo muy fácil de hacer.

De hecho, ambos han actuado de forma vergonzosa en los últimos días. El 2 de septiembre la Asamblea General de la ONU ha aprobado una resolución que sitúa el aborto en la categoría de derecho humano y avanza la ideología homosexual/trans. De forma escandalosa, tanto Hungría como Polonia copatrocinaron la resolución y luego no hicieron nada para detener el lenguaje abortista y homosexual/trans.

Varios países verdaderamente valientes, la mayoría de ellos africanos, se enfrentaron a los países occidentales e intentaron que se aprobaran varias enmiendas que habrían frenado el avance proabortista de esta resolución no vinculante pero sí peligrosa. Las enmiendas también habrían reducido el lenguaje pro-homosexual/trans. Todas las enmiendas fracasaron.

Nigeria lideró el voto, a pesar de que el país se vio sometido a fuertes presiones por parte de la administración Biden y de la Unión Europea. Países como Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Egipto, Gambia, Senegal y Uganda votaron a favor. Hungría votó en contra de las enmiendas y Polonia no emitió ningún voto.

No es difícil para Hungría y Polonia votar a favor de la vida y la familia en la ONU. No les cuesta nada. Pueden enfrentarse fácilmente a la Unión Europea y a Estados Unidos. Pero nunca lo hacen. Y esta semana, han promovido positivamente la causa de la muerte y la ruptura familiar.

Los países africanos que votan a favor de la vida y de la familia pueden tener un coste enorme. Hay sanciones y amenazas de sanciones. Los diplomáticos pierden sus puestos de trabajo.

Hungría y Polonia viven en la vergüenza y la infamia. Fueron cobardes. La próxima vez que un conservador cante las alabanzas de cualquiera de ellos, especialmente de Hungría, dígale lo que ocurrió en la ONU esta semana. Y de paso, alaben a los países de África que hoy han demostrado auténtica valentía.

Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT.

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Redacción Zenit

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