(ZENIT Noticias / Roma, 29.09.2022).- El domingo 25 de septiembre se tuvieron elecciones en Italia. Giorgia Meloni, mujer católica, pro vida y anti ideología de género, ganó las elecciones. Un cardenal ha roto el silencio sobre el resultado electoral que prevé que Meloni forme gobierno visto que la coalición de la que formaba parte tiene mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
El que ha rotó el silencio y habla con la libertad de ya no tener que perder algo por hacerlo es el Cardenal Camilo Ruini, quien fue el vicario del Papa san Juan Pablo II y de Benedicto XVI para la diócesis de Roma. Retirado y con 91 años no duda en calificar de histórico el resultado de Giorgia Meloni: «Si por ‘histórico’ entendemos que encontrará un lugar en los libros de historia italianos y también europeos, yo diría que sí. Sin embargo, esperaría a hablar de “histórico” en un sentido fuerte. Es demasiado pronto para saber en qué medida nos afectará el resultado del 25 de septiembre».
El cardenal Ruini reconoce que «La cultura política predominante es de izquierdas; pero el país es en gran medida de derechas, aunque con menos claridad». Y cuando el entrevistador del diario Il Corriere della Sera le pregunta a qué se debe esto, el cardenal Ruini responde: «Es una contradicción que existe en todas las democracias: los intelectuales suelen ser progresistas; el pueblo vela por intereses concretos y tiende a ser más conservador. Ahora la brecha entre las élites y el pueblo se ha hecho más evidente; aunque entonces, como también está ocurriendo estos días, las élites tienden a alinearse…».
Sobre si esperaba que la primera mujer primer ministro de Italia viene de la derecha y no de la izquierda el vicario emérito para la diócesis de Roma dice: «Sí. Lo esperaba porque vi el ascenso de Giorgia Meloni. Mientras que en la izquierda no creo que haya ninguna mujer de gran importancia política en la actualidad».
El cardenal Runi conoce personalmente a Meloni: «Tres veces. La primera hace varios años, cuando aún era muy joven y era ministra del último gobierno de Berlusconi. Las otras dos veces que me he encontrado con ella en los últimos años». De ahí que pueda compartir cómo es y cómo explica su éxito: «Para mí es una persona agradable y ‘dura’, como dicen en Roma. Una de las claves de su éxito es la claridad y coherencia de sus posiciones. Parecía muy perspicaz, rápida a la hora de enmarcar los temas».
El cardenal Ruini subraya la experiencia política de Meloni, aunque sea poca la de gobierno: «En esto tendrá que aprender mucho. En previsión de su éxito, ha reforzado su equipo con personalidades y competencias ajenas a su partido, y creo que seguirá en esta línea. No sé hasta qué punto es competente en economía. Lo importante es que elija a los ministros “adecuados”, en una situación económica extremadamente difícil para Italia y Europa», dice el Cardenal Runi, quien también considera que el voto a favor de Meloni no es un voto de protesta pues «La protesta se ha desahogado en la abstención». Y añade: «en cambio en ella muchos vieron un líder».
Y sobre el fascismo y su supuesta relación con Meloni que han exprimido en la prensa progresista el cardenal Ruini dice que Meloni «sabe representar las demandas de los moderados, no las de la “extrema derecha”».
Aldo Cazzullo, entrevistador de Il Corriere della Sera, pregunta también «¿qué espera el mundo católico del nuevo gobierno, o al menos de aquella parte que nunca ha coqueteado con la izquierda?». A lo que el cardenal contesta: «Prefiero decirte lo que espero. Me limito a un solo punto, pero decisivo y con muchas implicaciones. El nuevo Gobierno debería centrarse en el colapso demográfico, que lleva muchos años produciéndose y que sólo recientemente ha sido tenido en cuenta por los políticos, pero de forma radicalmente insuficiente».
Una pregunta sobre el tema del aborto no podía descartarse. Cuando se le cuestiona a Ruini éste dice: «Espero que también se aplique por fin la ley 194 en la que se dice que el Estado reconoce el valor social de la maternidad y protege la vida humana desde su inicio». Lo que en términos concretos significa «Ayudar a las mujeres, a menudo extranjeras, que quisieran llevar un embarazo pero son muy pobres y temen no poder criar a su hijo. Los centros de ayuda a la vida, con menos de tres mil euros por mujer embarazada y el compromiso personal de los voluntarios, salvan a muchos niños».
También le interrogan sobre otro punto social sobre el que Giorgia Meloni se ha expresado: la ideología de género. Y a ello el cardenal Ruino contesta: «Se aplica un discurso similar. Las uniones civiles deben diferenciarse realmente, y no sólo de palabra, del matrimonio entre personas del mismo sexo. Deben ser uniones, no matrimonios».
Tratando de polemizar, el entrevistador dice que el Papa es el «último líder de la izquierda planetaria». Y a ello el cardenal Ruini contesta así: «Es la vieja pregunta de si el Papa Francisco es de izquierdas. Ciertamente, más y antes que el líder de la izquierda planetaria, es el Papa de la Iglesia Católica».