Benjamín Cruz Fernández. Foto: Pastoral Universidad Católica de Chile

Así se dirige la Pastoral Universitaria de una de las universidades más importantes de América

En dos años se ha liderado los cambios necesarios para adaptarse a la pandemia por Covid-19, reencantar a los estudiantes con los voluntariados y hacer misiones vía Zoom.

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(ZENIT Noticias / Santiago de Chile, 12.10.2022).- Desde que era estudiante de Ingeniería Comercial en la Universidad Católica, Benjamín Cruz Fernández (26) tenía cercanía con la Pastoral. Primero como voluntario y luego, como coordinador nacional de Trabajo País 2019, donde lideró la acción de casi 1.200 estudiantes en distintas comunidades a lo largo de Chile. Su desempeño fue tan exitoso, que recibió la invitación a asumir el cargo de director de la Pastoral UC, la cual se dedica no solo a los estudiantes sino que también a los académicos, profesionales y administrativos de la institución.

«Estábamos en plena pandemia. Yo era un estudiante de último año, estaba preparando mi examen de grado de Ingeniería Comercial y cuando me llaman a tomar este desafío, fue algo bien único y emocionante. Una persona de 23 años a cargo de una pastoral que en su momento tenía a 22 personas contratadas y movía a 4.200 voluntarios. Se venían grandes desafíos por delante», recuerda Benjamín Cruz.

Cuenta que su primer día de trabajo fue, desde su casa, participando en una jornada del Honorable Consejo Superior. «Imagínate, ¡el primer acercamiento a mi trabajo fue con todos los decanos y directivos de la universidad!», exclama.

Y así, comenzó la tarea de dirigir al equipo a la distancia. «Estaba expectante acerca de cómo hacer el trabajo en un contexto tan complejo: Tener que liderar a todo un equipo de personas por Zoom, además de llevar adelante los proyectos de la pastoral que por su naturaleza debían hacerse de manera presencial. Las claves para llevarlo adelante, fueron escuchar mucho y siempre desde la humildad, donde fui aprendiendo muchísimo del equipo», cuenta.

Punto de partida

-¿Por qué se busca que el director de la Pastoral UC sea tan joven?
-Porque la idea es que tenga una edad cercana a la de los estudiantes, para facilitar la comunicación y liderazgo con ellos.

-¿Cuál era tu mirada cuando recién asumiste como director de Pastoral UC?
-Sentí que había muchos desafíos. Estábamos en un momento único a nivel mundial y el país atravesaba por profundos cambios socioculturales. Mi expectativa era poder marcar un antes y un después en lo que era la Pastoral, después de 20 años desde su creación.

La Pastoral tenía que empezar una nueva etapa, una fase de maduración, y yo sentía esa responsabilidad. Mis expectativas iban por ese lado, cómo iba a sentar las bases para los próximos años con mi equipo.

En ese sentido, creo que la pandemia fue una oportunidad para empezar a hacer las cosas de manera distinta. Después de una larga reflexión y planificación, este año concretamos una reestructuración de la Pastoral, definiendo nuevas maneras de trabajar, reorganizando a los equipos y proponiendo metas de flexibilización y digitalización. El equipo lo ha asumido con entusiasmo y mucho compromiso.

-¿Cómo lograron superar las distancias que imponían las cuarentenas?
-Durante estos dos años, el trabajo territorial por unidades ha cobrado un sentido muy profundo. A través del trabajo y dedicación de los diferentes representantes pastorales de académicos, administrativos y profesionales de la Pastoral, quienes entregan su tiempo de manera gratuita, hemos podido desplegar un mayor trabajo pastoral en toda la UC, en tiempos donde el acompañamiento, la acogida y contención han sido centrales en nuestra labor. Por ejemplo, se continuó haciendo la catequesis de sacramentos online. Las confirmaciones y bautizos para hijos se efectuaron cuando disminuyeron las cuarentenas.

Por otro lado, ¡hacer misiones online fue un tema! ¡Porque las misiones son en persona! Además, a nivel de voluntarios, lo que nos pasó fue que había una desmotivación generalizada. Ese fue un gran desafío: cómo reencantar a los estudiantes para que volviesen a los voluntariados.

Para motivarlos, hicimos capacitaciones sobre liderazgo en momentos de crisis para los coordinadores de proyectos. Y con mucha creatividad logramos misionar por medio de Zoom, lo que nos permitió generar un vínculo, por ejemplo, con una comunidad de Arica que nunca hubiéramos imaginado, porque el contacto se mantuvo por varios meses.

Se hicieron, también, los esfuerzos por sacar salvoconductos especiales con el Ministerio de Salud para que nos autorizara a salir de nuestras casas durante las cuarentenas, y así ir en ayuda de comedores solidarios, ollas comunes y una serie de campañas.

Líderes para Chile

«La Pastoral UC es un espacio privilegiado donde se forman líderes para Chile», afirma Benjamín Cruz. Es un impulsor de liderazgos juveniles católicos a través de 84 estudiantes, quienes asumen cargos de coordinación de proyectos que convocan a más de 4.200 personas.

«Entendemos que el éxito de nuestros proyectos e iniciativas está en que los mismos estudiantes son los protagonistas. Nuestra labor como Pastoral es poder acompañar a los jóvenes en el liderazgo de sus voluntariados, entregándoles herramientas que les permitan desarrollarse y cumplir con los objetivos acordados. Que los estudiantes sean los líderes e impulsores de las iniciativas le da un dinamismo único a la Pastoral», explica.

-¿Qué se fomenta en los jóvenes que participan en la Pastoral?

-Los estudiantes universitarios se encuentran en una etapa de su vida donde se están desarrollando para ser profesionales, muchos de ellos están descubriendo su vocación y por otro lado, desplegando sus capacidades.

Por lo mismo, es que en su paso por la Pastoral los acompañamos en su proceso de formación en tres planos: personal, espiritual y profesional. Aspiramos a que nuestros líderes sean personas y profesionales íntegros, con cierta formación cristiana y competencias de liderazgo, las que en gran medida se aprenden en lo experiencial al haber liderado proyectos; además de las herramientas, capacitaciones y espacios que generamos para que logren aprovechar sus capacidades.

Por poner un ejemplo, los dos jóvenes estudiantes que lideran el proyecto Calcuta UC, deben velar por las cuatro áreas de voluntariado del proyecto -hospitales, cárceles, hogares y comunidades-, liderando a un equipo organizador de 18 personas y más de 250 voluntarios al año, quienes todas las semanas se ponen al servicio de quienes hoy están más solos.

Liderar un proyecto implica tomar decisiones, relacionarse con personas; requiere capacidades de organización y gestión; e implica perseverancia y trabajo en equipo, además de mucho compromiso. Es en estos procesos, que desde la Pastoral UC estamos aportando a la formación de líderes católicos, coherentes y alegres, que puedan transmitir los valores del Evangelio para el resto de sus vidas desde donde quiera que se desempeñen como futuros profesionales.

Hacia Chile y el mundo

-¿Cuáles son los aportes de la Pastoral UC hacia la Iglesia en Chile?
-Como parte de la Iglesia Católica, nosotros estamos insertos en los procesos eclesiales y la vida de Iglesia, aportando desde nuestra identidad de pastoral universitaria y la academia, a la evangelización de la cultura.

Un primer aporte a la Iglesia en Chile es nuestra participación de manera institucional en una serie de comisiones y espacios como parroquias, vicarías, diócesis, pastorales de educación superior de todo el país, fundaciones y colegios del arzobispado, entre otros.

Por mencionar algunos, la Pastoral UC es una activa participante de las comisiones de las Pastorales de Educación Superior, PES, y la Comisión Episcopal de Misiones, CEMIS, ambas pertenecientes a la Conferencia Episcopal de Chile. También somos parte del Consejo de Jóvenes de la Vicaría de la Esperanza Joven, con quienes participamos en la co-organización de la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023.

Además, la Pastoral UC es un motor y referente para la Iglesia en temas de generación de contenido y redes sociales.

-¿Y cómo responden a las necesidades sociales del país?
-Lo hacemos en gran parte desde los proyectos. Por ejemplo, por medio de Calcuta se entrega acompañamiento en hospitales, cárceles, hogares y comunidades. Los preuniversitarios de Belén UC apoyan a estudiantes de la red de colegios del Arzobispado de Santiago. No hay que olvidar todas las participaciones de misiones y trabajos a lo largo de Chile, en más de 100 parroquias.

-¿Qué rol cumplen en relación con otros países?
-Desde el año pasado hemos venido trabajando muy fuertemente en la Red de Pastoral Universitaria Intercontinental de la Organización de Universidades Católicas de América Latina, ODUCAL. En ese contexto, hemos trabajado en la definición del concepto de «Pastoral Universitaria» y estamos organizando un encuentro que se realizará entre el 24 y 28 de octubre en Colombia.

También estamos fomentando el programa de intercambio de voluntarios en proyectos misioneros. El piloto lo estamos haciendo en Chile con algunos estudiantes de México que participaron de nuestros proyectos (Misión de Vida y Trabajo País).

La UC es un actor relevante en esta red intercontinental y creemos que tenemos una responsabilidad de seguir aportando a su desarrollo. Con nuestras dos décadas de vida, somos una pastoral consolidada, un referente en Chile, Latinoamérica y el mundo. Junto con aprender de los otros y traer experiencias a Chile, debemos exportar nuestra forma de trabajo para entusiasmar e impulsar el desarrollo de pastorales más pequeñas a lo largo de la región.

Además de este trabajo en red con otras instituciones de Latinoamérica, hemos podido extender nuestro Concurso de Investigación y Creación para Académicos a otros países, gracias al apoyo de la Vicerrectoría de Investigación y la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales, en el marco del proceso de internacionalización de la Pastoral UC.

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Redacción Zenit

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