(ZENIT Noticias / Ciudad de México, 30.11.2022).- En su reciente visita a México, Mons. Bérnard Ardurá, presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas de la Santa Sede, compartió con Zenit lo absurdo que históricamente resulta una guerra como la de Ucrania y el valor que tiene un Comité de Ciencias Históricas para el Vaticano y el mundo.
Como punto de partida comentó que el Papa León XIII abrió la biblioteca de los archivos secretos del Vaticano a la consulta y creó una comisión cardenalicia para ocuparse de la historia; posteriormente se creó a nivel mundial un Comité Internacional de Ciencias históricas que reagrupa actualmente el comité nacional con cerca de 80 países. Posteriormente el Papa Pio XII creó el Comité Pontificio de Ciencias Históricas para participar en intercambios históricos y científicos en diversas partes del mundo.
«Tenemos colaboración con el Comité internacional de Ciencias Históricas, con la Comisión internacional de historia del cristianismo, con la Asociación de estudios bizantinos y con el grupo de trabajo de la II Guerra Mundial. En el comienzo era compartir con otros historiadores que se interesan por la historia de la Iglesia, no todos católicos ni cristianos», nos dijo.
También mencionó que «Somos encargados de dar ayuda: el Papa o diferentes dicasterios del Vaticano nos pueden hacer preguntas, consultorías de historia, etc., Para responder tenemos un colegio con una treintena de miembros integrada por mujeres y hombres especialistas de todo el mundo».
Mons. Ardurá afirma que participan «en intercambios internacionales: por ejemplo con Rusia colaboramos después de los años 80 a través de la Academia de Ciencias de Moscú. También con el Instituto para historia universal de Rusia. Casi todos los años tenemos un coloquio en común y algunas publicaciones». Subraya que «El Papa nos pidió trabajar con aquellos que no pertenecen a la Iglesia, con aquellos que no creen en Dios, porque es sobre el plano científico que nosotros también podemos tener una colaboración fecunda».
Cuando desde ZENIT le preguntamos sobre las corrientes culturales de moda que sólo ubican al hombre como inicio, centro y fin de toda la existencia, Mons. Ardurá contestó:
«Estas son cuestiones que tocan la moral, no es algo de nuestra Comisión, pero una reflexión en ese sentido es que algo que perjudica al hombre es el egocentrismo, donde el hombre se toma así mismo como el único punto de referencia. Los cristianos, saben que Dios tiene una intención en el mundo, una intención donde se encuentra el hombre en el universo, y por consecuencia la realización de hombre es el cumplimiento en la medida que responda a la vocación que Dios le ha dado. Desde mi punto de vista lo que es un suicidio es cuando el hombre se toma como referencia. En ese momento no hay más perspectiva. El hombre solamente vive en la presencia. Lo que es bueno para él hoy, ahora, creo que está corriendo muy fuerte. Pero desde mi punto de vista ahí no está el futuro».
Con respecto a los conflictos armados que estamos viviendo, comentó que «Es importante volver a una definición muy simple y fuerte del gran Cicerón que dice: “Historia, Magistra Vite” (“Historia, maestra de vida”), nos enseña a través del estudio de la vida a hacer un examen de qué se ha vivido y eso que se debe evitar para el futuro, y aquello que demos promover. Nosotros que hemos vivido en Europa esa sucesión de guerras nos enseñan a través del estudio eso que se debe evitar para un futuro. Los Tratados de Paz de una Alemania vencida han sido tales que han humillado a los vencidos. Es así como se ha creado un espíritu de revancha que porta un germen de la II Guerra Mundial».
Mons. Ardurá dice que ha habido «hombres como Robert Schuman, Delaware, que son católicos y que han comprendido la esencia. Robert S. escribió: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho”».
Y continúa: «Gracias al conocimiento de la historia se ha intentado promover un término a la alternativa de la guerra que humilla a los vencidos, de espíritu de revancha, de nueva guerra. Es así como en 1948 se ha creó el Consejo de Europa y en 1950 con la famosa declaración de Robert Schuman se crean las bases para la Unión Europea; con este contexto, para nosotros se volvió algo impensable que hubiera ahora una guerra en aquellos países que son miembros de la Unión Europea. Por esto la guerra que está en juego en Ucrania, nos ha tomado de improviso. Los países de la Unión Europea se han disminuido militarmente alrededor de los años, y ninguno de nuestros países estaría listo para entrar en guerra y mantener una guerra, porque para nosotros la guerra se ha vuelto en algo impensable. La guerra es absurda».
Y concluye: «Hoy en día las Ciencias Históricas son una maestra de vida y con ella se deberá evitar reproducir los errores otra vez. Las ciencias históricas tienen un rol muy importante lleno de esperanza».