(ZENIT Noticias / Washington, 30.11.2022).- Por 61 votos a favor y 36 en contra, el martes 29 de noviembre se votó la así llamada «Ley de Respeto al Matrimonio» (RMA), que blinda como «derecho» constitucional la unión de dos personas del mismo sexo bajo la equiparación al matrimonio. La ley ha pasado en la actual legislatura donde los demócratas conservan aún la mayoría en el Senado, cámara donde pasó la propuesta de ley.
Esta iniciativa fue llevada al pleno como reacción a la decisión del Tribunal Supremo de no considerar como derecho constitucional el aborto. Aunque todavía debe quedar refrendada la ley, esta no supondría que otros estados permitan «bodas gays» sino sólo reconocer las uniones de quienes lo han hecho en estados que sí consideran legales esas uniones bajo la denominación de matrimonio.
La aprobación, sin embargo, ha salvado tres enmiendas para proteger los derechos de libertad religiosa contra los que atentaba -y en opinión de algunos sigue atentando- la ley votada. Aunque esas enmiendas han venido del Partido Republicano, 12 senadores de ese partido se posicionaron del lado del Partido Demócrata e hicieron pasar la ley. Los senadores republicanos que votaron a favor fueron: Richard Burr, de Carolina del Norte; Todd Young de Indiana; Shelley Moore Capito, de Virginia Occidental; Mitt Romney de Utah; Joni Ernst de Iowa; Roy Blunt de Missouri; Cynthia Lummis, de Wyoming; Lisa Murkowski y Dan Sullivan, de Alaska; Susan Collins, de Maine; Rob Portman, de Ohio, y Thom Tillis, de Carolina del Norte.
Días antes, a nombre de todo el episcopado estadounidense, los obispos Dolan y Barron declararon que «Desde la perspectiva de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, cuyos ministerios episcopales constituyen el mayor proveedor no gubernamental de servicios sociales en Estados Unidos, las disposiciones de la Ley que se refieren a la libertad religiosa son insuficientes. Si se aprueba, la Ley enmendada pondrá a los ministerios de la Iglesia católica, a las personas de fe y a otros estadounidenses que defienden un significado tradicional del matrimonio en mayor riesgo de discriminación por parte del gobierno». Y añadían que «Este proyecto de ley es innecesario y perjudicial y debe ser rechazado. Al mismo tiempo, el Congreso, y nuestra nación en su conjunto, deben decidirse a fomentar una cultura en la que cada individuo, como hijo de Dios, sea tratado con respeto y compasión».
En declaraciones recogidas por ZENIT, el vicepresidente senior de Alliance Defending Freedom, Ryan Bangert, dijo: «Este proyecto de ley peligrosamente cínico y completamente innecesario es un ataque directo a la Primera Enmienda. No hace nada para cambiar el estado legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en ninguna parte. Pero socava la libertad religiosa en todas partes y expone a los estadounidenses de todo el país a juicios depredadores por parte de activistas que buscan utilizar la amenaza de litigio para silenciar el debate y excluir a las personas de fe de la plaza pública. Hoy, el Senado ha optado por ignorar las preocupaciones legítimas sobre los daños innegables de este proyecto de ley. Si el Senado realmente se preocupara por proteger la libertad religiosa, habría incluido enmiendas integrales propuestas por los senadores Lee, Rubio y Lankford. ADF sigue comprometido a garantizar que la Primera Enmienda proteja los derechos de todos los estadounidenses y a defender a aquellos que probablemente serán atacados debido a esta legislación».
