Por: Massimo Introvigne
(ZENIT Noticias / Milán, 17.04.2023).- Roma reconoce que el nuevo obispo de Shanghái ha sido nombrado por el Partido Comunista Chino (PCCh) sin su aprobación. ¿Por qué Pekín violó espectacularmente el acuerdo de 2018?
Primero fue el obispo Giovanni Peng Weizhao, de Yujiang (Jiangxi), instalado como obispo auxiliar de Jiangxi el 24 de noviembre de 2022, sin autorización de la Santa Sede. Ahora, es una diócesis mucho más grande, Shanghai. El 4 de abril, Mons. Shen Bin, hasta ahora obispo de Haimen, fue instalado como nuevo obispo de Shanghai.
En el caso de Jiangxi, la Santa Sede sabía de la ceremonia de instalación, dijo a China que no la había autorizado, y fue ignorada. El caso de Shanghai es peor. El Vaticano declaró oficialmente que «la Santa Sede se enteró por los medios de comunicación de la toma de posesión» la misma mañana en que ésta tuvo lugar.
El texto del acuerdo Vaticano-China de 2018, renovado en 2020 y 2022, es secreto, pero se sabe que regula la administración de las diócesis católicas y el nombramiento de obispos. Estos últimos siguen siendo seleccionados por el PCCh, pero son nombrados oficialmente por el Vaticano.
En el caso de Shanghai, monseñor Shen Bin no fue nombrado por el Vaticano obispo de esa ciudad. Sin embargo, fue investido. Prometió durante la ceremonia que «se adherirá al principio de independencia y autogobierno» que está en el núcleo de la Iglesia Católica Patriótica, y que tradicionalmente ha significado independencia del Vaticano. Este es prcisamente el principio que el acuerdo de 2018 debería haber modificado.
Como dicen en Italia, dos evidencias hacen una comprobación. Ahora es obvio que el acuerdo Vaticano-China de 2018 es considerado por el PCCh como vinculante sólo para el Vaticano, del que se espera que no critique la persecución religiosa en China, pero no vinculante para Pekín, que nombra a los obispos católicos como le parece, con o sin mandato papal.
Dado que el asunto de los obispos es el núcleo del acuerdo, está claro que ya no existe un acuerdo en el mundo real. Sólo existe en el mundo ficticio de la propaganda del PCCh sobre una libertad religiosa inexistente en China.
¿Por qué el PCCh decidió violar el acuerdo de una manera tan flagrante? Hay dos posibilidades. Una es que ya haya sido informado, también en secreto, de que la Santa Sede no lo renovará en 2024. Aunque el Vaticano está tradicionalmente interesado en proyectos a largo plazo y muy dispuesto a ignorar sus fracasos a corto plazo, los efectos del acuerdo de 2018 han sido tan catastróficos que esta sería la mejor y más razonable hipótesis.
La segunda posibilidad es mucho peor. Implica que el PCCh cree que puede intimidar al Vaticano públicamente e incumplir repetidamente el acuerdo, y salirse con la suya, porque el Papa ha respaldado personalmente el acuerdo y volver a la situación anterior a 2018 significaría que estos católicos clandestinos que confiaron en la Santa Sede, «emergieron» en 2018 y ahora son conocidos por las autoridades acabarían en la cárcel o algo peor si ahora intentaran salirse de la Iglesia Patriótica.
El tiempo lo dirá. Por ahora, la declaración oficial del Vaticano es que no tiene «nada que decir sobre la evaluación de la Santa Sede sobre el asunto.»