Por: Amy Balog
(ZENIT Noticias / Sangota, 24.05.2023).- Los dos obispos más importantes de Pakistán han exigido que se refuerce la seguridad en las escuelas de todo el país, después de que dos niñas de un colegio católico murieran tiroteadas por un policía que trabajaba como vigilante.
Otros cinco niños y una mujer también resultaron heridos en el tiroteo ocurrido en el colegio público de Sangota, en el valle del Swat, dirigido por las Hermanas de la Presentación de la Santísima Virgen María, en el noreste del país.
El agente ha sido detenido tras el incidente, ocurrido el 16 de mayo, y se está llevando a cabo una investigación.
El Arzobispo de Islamabad-Rawalpindi, Joseph Arshad, a cuya diócesis pertenece la escuela, declaró a la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN): «Nos sentimos amenazados e inseguros en medio del creciente terrorismo en el país. Exigimos que se castigue al guardia, para evitar incidentes similares en el futuro».
El Arzobispo de Lahore, Sebastian Shaw, también condenó la amenaza que suponen los grupos que se oponen a la educación de las niñas y pidió a las autoridades que hagan más para mantener la seguridad en las escuelas.
El Arzobispo Shaw dijo: «Este hombre estaba a cargo de la seguridad de los niños, del personal, de los padres, de todo el mundo. Para eso le pagaban. Pero en un momento de locura, hizo esto porque la escuela enseña a niñas. Esto demuestra lo agresivos que pueden llegar a ser estos grupos que se oponen a la educación de las mujeres. Todo el mundo tiene derecho a la educación».
El Arzobispo Shaw subrayó que el atentado no debilitará el compromiso de la Iglesia de proporcionar educación a todo el mundo, especialmente a los más vulnerables.
Según el Arzobispo, el incidente ha creado una atmósfera de inseguridad, «por lo que el Gobierno tiene que hacer más para proteger a las instituciones y a las personas comprometidas con la educación y la salud».
La Iglesia de Pakistán ha pedido a todas las escuelas católicas del país que observen un día de oración en solidaridad con las víctimas del atentado.
La escuela estuvo cerrada durante tres años después de que fundamentalistas islamistas destruyeran el edificio en 2009.
Anteriormente, el grupo extremista Jan Nisaran-e-Islam amenazó a la escuela tras falsas acusaciones de que las Hermanas intentaban convertir al cristianismo a sus varios centenares de alumnos musulmanes.
El informe de AIN (Reino Unido) de 2021 Hear Her Cries puso de relieve el creciente número de secuestros y conversiones forzosas de mujeres y niñas cristianas en Pakistán.
Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT.