(ZENIT Noticias / Berlín, 25.09.2023).- Peter Seewald, biógrafo de Benedicto XVI, ha respondido a Monseñor Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, ante las declaraciones donde el prelado alemán acusa a Benedicto XVI por no disculparse ante las víctimas de abuso sexual.
Monseñor Georg Bätzing criticó al Papa Benedicto XVI en la revista semanal Die Zeit por el manejo en los casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes: «Desearía que Joseph Ratzinger hubiera dicho en su tiempo como arzobispo de Múnich: yo tenía responsabilidad en ese momento, no importa si estuve presente en una reunión específica. Me disculpo por lo que se hizo a las víctimas al trasladar a un abusador».
Lo cierto es que la actuación del Papa alemán fue impecable en aquel caso, como señalaron los profesores y doctores Stefan Mückl, Helmuth Pree, Stefan Korta y Carsten Brennecke en un comunicado donde demostraron la falsedad de cada acusación contra Benedicto XVI por su comportamiento en aquellos de abusos.
El informe de los expertos también exculpa a Benedicto XVI de mal manejo en otros tres casos. “Esto no se corresponde con la verdad, según nuestras comprobaciones y el informe pericial no aporta ninguna prueba de lo contrario”.
Peter Seewald pidió rectificación en un reciente artículo: «Señor Bätzing, le insto a que deje de hacer afirmaciones falsas sobre Benedicto XVI a sabiendas y se disculpe por difundir falsedades sobre el Papa alemán».
La petición del periodista alemán recuerda que Monseñor Bätzing expresó repetidamente opiniones contra Benedicto XVI, distorsionando la verdad. Criticó al Papa y debería tener en cuenta que fue él, cardenal Joseph Ratzinger, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y después como Papa, quien tomó medidas significativas para combatir la pederastia en la Iglesia.
La acusación de Bätzing de que Benedicto XVI no se disculpó por «lo que se hizo a las víctimas al trasladar a un abusador» es grotesca y despreciable, además de que carece de fundamento.
El 6 de febrero de 2022, el Papa emérito declaró que solo podía expresar «una vez más mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera disculpa a todas las víctimas de abuso sexual. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia católica. Por lo tanto, mi dolor por los delitos y errores que ocurrieron durante mi mandato y en los lugares correspondientes es aún mayor […] Las víctimas de abuso sexual tienen mi profunda simpatía y lamento cada caso».
En el caso del sacerdote Peter H. de Essen, durante el tiempo que Joseph Ratzinger fue obispo de Múnich, el informe encargado por el Cardenal Marx no pudo demostrar la participación de Ratzinger, como se sigue afirmando en muchos medios informativos, desestimando la exhaustiva investigación presentada por la firma de abogados encargada y el informe de los asesores jurídicos del Papa, donde se concluyó:
“En cuanto a la afirmación de que Ratzinger había asignado al sacerdote Peter H. al servicio pastoral a principios de 1980, sabiendo de sus actos de abuso y encubriendo sus abusos sexuales, se estableció que Joseph Ratzinger no tenía conocimiento de que el sacerdote fuera un abusador ni de que se le destinara al servicio pastoral. Los registros muestran que, en la reunión del ordinariato del 15 de enero de 1980, no se tomó ninguna decisión sobre el servicio pastoral del sacerdote Peter H.”.
Respecto a tres casos adicionales, se determinó que «en ninguno de los casos […] Joseph Ratzinger tenía conocimiento de los actos o sospechas de abuso sexual por parte de los sacerdotes. El informe no presenta pruebas que indiquen lo contrario […]. El informe no contiene evidencia de mala conducta o complicidad en encubrimiento. Como arzobispo, el Cardenal Ratzinger no participó encubriendo los casos de abuso. La evidencia respalda plenamente las declaraciones de Benedicto XVI».
Peter Seewald añade: “En sus memorias, Benedicto XVI no minimizó el comportamiento exhibicionista, sino que lo condenó expresamente. La frase utilizada como supuesta prueba de minimizar el exhibicionismo está sacada de contexto”.