Stefano Gennarini
(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Washington, 11.11.2023).- El presidente Biden desveló planes radicales para la regulación nacional e internacional de la inteligencia artificial que enviarán a los conservadores a gulags virtuales.
La orden ejecutiva sobre «Desarrollo y uso seguros y fiables de la inteligencia artificial», firmada por el Presidente Biden, establece en detalle cómo las agencias federales deben utilizar y regular la inteligencia artificial (IA), incluida la promoción de normas mundiales para moderar el contenido en línea.
Las nuevas herramientas para silenciar y anular a los conservadores se están creando bajo la rúbrica de proporcionar «salvaguardias» contra la discriminación, los prejuicios y la desinformación y promover enfoques de «afirmación de los derechos» en las tecnologías digitales.
«Para hacer realidad la promesa de la IA y evitar los riesgos, tenemos que gobernar esta tecnología… -no hay otro remedio- Debe ser gobernada», dijo el presidente Biden en la ceremonia de firma.
«Los sistemas de inteligencia desplegados de forma irresponsable han reproducido e intensificado las desigualdades existentes, han causado nuevos tipos de discriminación perjudicial y han exacerbado los daños físicos y en línea», reza la orden ejecutiva. Pide una «regulación rigurosa» en Estados Unidos para que las empresas tecnológicas y los desarrolladores rindan cuentas. «Sólo entonces podrán los estadounidenses confiar en la IA para hacer avanzar los derechos civiles, las libertades civiles, la equidad y la justicia para todos».
La orden ejecutiva también ordena al Secretario de Estado de EE.UU. y a otras agencias federales que involucren a naciones extranjeras y organismos internacionales para exportar estas mismas normas con el fin de crear «marcos internacionales sólidos para gestionar los riesgos y aprovechar los beneficios de la IA».
La orden ejecutiva supone un espaldarazo al ya existente régimen de censura de todo el gobierno que salió a la luz en Estados Unidos durante la pandemia de COVID-19 y las elecciones de 2020. Los Archivos Twitter, en particular, revelaron un complejo aparato de control social público-privado para coordinar la mensajería y la censura entre los gobiernos federal y estatales, la industria privada, así como los medios de comunicación tradicionales y nuevos. Abarca todos los temas, incluidos la salud, el clima y las elecciones. Gran parte de ello se automatiza mediante algoritmos. Todo ello se lleva a cabo bajo la bandera de perseguir objetivos legítimos, incluida la lucha contra la «desinformación» y la «incitación al odio».
La orden ejecutiva pide el desarrollo de «normas voluntarias» internacionales para que las empresas tecnológicas frenen la discriminación, los prejuicios y la desinformación, siguiendo el modelo de las desarrolladas por la administración Biden a puerta cerrada con las empresas tecnológicas de Estados Unidos. Esta directiva entrará directamente en juego en las negociaciones en curso en la ONU para el desarrollo de un Pacto Digital Mundial, de las que ya se ocupó el Friday Fax. La administración Biden está detrás de varias iniciativas para hacer de la censura de los conservadores una característica permanente del diseño y desarrollo de la IA a través del acuerdo internacional que se espera para el próximo año.
Tanto Biden como la vicepresidenta Kamala Harris hicieron hincapié en que la administración Biden lleva tiempo trabajando en el desarrollo de normas de seguridad de la IA para eliminar la discriminación.
La última orden ejecutiva de Biden se basa en políticas anteriores de Obama y Biden. Una orden ejecutiva sobre «Mayor avance de la equidad racial y apoyo a las comunidades desatendidas a través del gobierno federal», firmada por Biden a principios de este año, ordenaba a todas las agencias federales que garantizaran que su uso de la inteligencia artificial cumple con las políticas de Biden «que prohíben la discriminación basada en la orientación sexual, la identidad de género y las características sexuales en todos los programas federales.»
En 2021, la administración Biden publicó «Blueprint for an AI Bill of Rights», que describe cómo las empresas tecnológicas tienen la obligación de evitar la «discriminación algorítmica». Del mismo modo, a principios de este año, la administración supervisó la publicación de un manual sobre el «Marco de Gestión de la Inteligencia Artificial», que describe cómo la discriminación y otros impactos de la IA deben medirse a nivel técnico. Un libro blanco de la administración Obama sobre big data, algoritmos y sus implicaciones para los derechos civiles en 2016 fue el primero en sugerir esta posibilidad.
Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT.
