(ZENIT Noticias / Brasilia, 22.12.2023).- El pasado 19 de diciembre, el Congreso Nacional de Brasil aprobó una reforma a la Ley de Directrices Presupuestarias (LDO) de 2024, introduciendo restricciones significativas en el uso de fondos públicos en temas sensibles. La enmienda, propuesta por el diputado federal Eduardo Bolsonaro (PL-SP), prohíbe específicamente el uso de dinero de impuestos para promover, incentivar o financiar abortos, salvo en casos autorizados por la ley. Además, veta cirugías de cambio de sexo para niños y adolescentes, acciones que influyan en que niños y adolescentes tengan opciones sexuales distintas a su sexo biológico, y actos que consideren la deconstrucción, reducción o extinción del concepto de familia tradicional, conformada por padre, madre e hijos.
La enmienda fue respaldada por una mayoría sólida en ambas cámaras, con 305 votos a favor y 141 en contra en la Cámara, y 43 a 26 en el Senado. Eduardo Bolsonaro destacó que las directrices de la enmienda buscan preservar la institución familiar. Según él, la mayoría de la población comparte esta visión, expresando su rechazo a financiar, a través de impuestos, actividades como invasiones de tierras, abortos o intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo para niños.
El relator de la LDO, el diputado federal Danilo Forte (União-CE), expresó su creencia de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva podría vetar la enmienda, argumentando que no forma parte de los méritos de la LDO. Sin embargo, la sanción presidencial es el siguiente paso para la implementación de esta reforma.
La Ley de Directrices Presupuestarias guía la elaboración del Presupuesto del próximo año y mantiene los plazos de ejecución de las enmiendas parlamentarias individuales y estatales para 2024. El Congreso tiene previsto asignar un valor mínimo de R$ 11 mil millones para las modificaciones de las comisiones permanentes. Con la aprobación en el Congreso, ahora el texto espera la sanción del presidente para entrar en vigencia. Dado que Lula da Silva es de izquierda progresista podría vetar la ley.
