(ZENIT Noticias / Madrid, 05.03.2024).- Dura realidad la que se plantea en cuestión de políticas familiares en España: El último informe sobre el índice de nacimientos, publicado por el Instituto Nacional de Estadística, deja al descubierto que en este país han nacido 322.075 niños, los nacimientos más bajos de toda la historia, desde 1941. España necesita de manera urgente más de 280.000 nacimientos para mantener mínimamente la tasa de reemplazo generacional que garantice un futuro, así lo denuncian desde el Instituto de Política Familiar (IPF).
María Menéndez de Zubillaga lo tiene muy claro: “ten hijos”. Así reza también la campaña de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid (AFANMAD) que preside.
En ZENIT nos hemos puesto en contacto con la presidente de Familias Numerosas de Madrid para abordar el éxito de esta campaña que está dando de qué hablar.
Pregunta: La primera pregunta es evidente, ¿por qué la campaña ‘Ten hijos’ es más necesaria que nunca?
Respuesta: Porque la evidencia del desplome demográfico y el envejecimiento de la población, habiendo más muertes que nacimientos, se evidencia en la vida diaria (cierres de aulas en colegios, cunas vacías en las maternidades, pocos niños tienen hermanos…) y se plasma en el informe del INE que salió justamente el mismo día que iniciamos la campaña #TenMasHijos. La reducción de población es uno de los objetivos de la agenda 2030 y de un supuesto nuevo orden mundial, donde con menos gente se reparten mejor los recursos naturales. Esa agenda perversa es uno de los objetivos de la campaña, denunciar este ataque manipulador para dar una vuelta al mundo en el que vivimos. Quieren un mundo para vivir unos cuantos.
Pregunta: España ha registrado la tasa más baja de nacimientos de toda su historia (322.075) desde 1941. ¿Qué tan desolador es el futuro para la familia en España? ¿Falta voluntad política por resolver este Invierno Demográfico?
Respuesta: Europa y España están desapareciendo. Como decimos en el vídeo, la edad media es de 42 años. Vamos envejeciendo muy deprisa y con ausencia de nacimientos. Esto es un problema de primer orden. Sin niños no hay futuro, ni madres ni familias. Desaparece un futuro esperanzador. ¿Con que ánimo se puede vivir esto? Es necesaria mucha valentía para formar una familia y tener hijos y así desafiar al mundo que grita que es mejor no tener hijos.
La voluntad de los políticos es como un globo: solo lleno de aire y que se pincha muy fácilmente. Las promesas de los políticos son palabras vacías, llenas de intereses particulares y planeadas con un gran sesgo ideológico. A los políticos solo les importa su carrera y los beneficios que puedan generar con sus acciones. Votos quieren para seguir en el poder. Pensar en el futuro de la sociedad, de su país, pensar y servir al bien común, eso no está en sus planes. La prueba es que no se legisla a favor de la familia. No hay políticas públicas que inviertan en familia. Solo políticas asistenciales que les sirven para sus causas particulares. De hecho, cuando sacan ayudas, no miran a quienes van a favorecer, sino si les encaja en los presupuestos.
La verdad es que las familias numerosas cada vez estamos más acorraladas. Nos ningunean en casi todas partes. Con una ley nacional que se supone que nos protege, pero no contamos en la vida pública.
No existe una política pública familiar. Solo se legislan políticas de asistencia y, claro, nos miden por la renta. Hay que ser pobres para que nos consideren.
Las familias numerosas evidencian su esencia en el número de hijos. No en la renta. Aunque se identifica hijos con menor nivel de renta por un mayor gasto, no quiere decir que seamos más pobres por tener más hijos. Los hijos son una riqueza y un regalo.
Lo que nos hace más vulnerables, que no pobres, es la desprotección jurídica, social, cultural, fiscal… ya que no se corrigen las posibles situaciones de desventaja frente a otras realidades familiares y frente a otras familias con menos hijos o sin ellos. ¿Sirve de algo el artículo 9 punto 2 de nuestra Constitución que establece “el principio de igualdad material”?
Pregunta: la Asociación que preside ha impulsado de manera urgente una campaña un tanto polémica. ¿Cree que llamará la atención de aquellos que legislan y tomarán en consideración este reclamo de las Familias Numerosas?
Respuesta: La campaña se ha hecho para generar debate, crear ambiente para que se hable de este desplome de nacimientos, de este convencimiento de que traer hijos al mundo es irresponsable y una tarea imposible, costosa y que no merece la pena. También para denunciar cómo nos acorralan por ser familias grandes.
Ahora, además de considerar que tener más hijos equivale a ser pobre, nos acusan de ser más contaminantes. De estropear el planeta por tener más hijos. Nos dicen que tenemos que reducir la población, nos “ayudan” con medidas que no valoran la vida -como el aborto o la eutanasia-, ideologías que destruyen el concepto de familia -rupturas familiares-, eliminando la esencia y el nombre de familia numerosa -proyecto de Ley de familias… Ya lo decimos en el vídeo de la campaña. ¡Pero si Europa desaparece por la falta de nacimientos, no nacen niños! ¿Eso es lo que quieren?
¡Pues nos hemos plantado con esta campaña! No queremos esta visión tan negativa imperante en la actualidad sobre tener hijos, que se desaconseje formas familias grandes, la imposición de tristeza y amargura por sentirse oprimidos por la familia, ser la causa de la sobreexplotación y contaminación del planeta. Queremos lanzar un mensaje a contracorriente, gritar a los cuatro vientos que son precisamente los hijos, los ciudadanos del futuro, los que salvarán el planeta, los que podrán hacer mejor a la sociedad, los que garantizan que habrá un futuro para todos, son los que ayudan a colorear y alegrar este mundo triste, gris y envejecido.
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