(ZENIT Noticias / Roma, 23.05.2024).- El Papa recibió a la Superiora general de las Hermanas Hospitalarias junto al recientemente designado Consejo general y hermanas que constituyen la asamblea capitular de la Congregación. “Me alegra darles la bienvenida con ocasión de sus Capítulos Generales. Es un momento de gracia: para ustedes, para las hermanas que representan y para toda la Iglesia”, dijo Francisco al inicio de la reunión y agregó: “Es un bello hallazgo de la Providencia que se encuentren aquí, con el Obispo de Roma, para dar gracias al Señor, pedirle luz para discernir su voluntad y renovar vuestro compromiso al servicio de la Iglesia”.
Durante la audiencia, reflexionaron sobre el valor de la hospitalidad a la luz de la realidad de las personas que sufren enfermedades mentales o con discapacidad. En ese marco, el Papa comentó: “Al comienzo de vuestras jornadas hay dos historias apasionantes, en las que podemos ver cómo la audacia de fundadores y fundadoras, bajo la acción del Espíritu Santo, puede realizar grandes obras, lanzándose allí donde llama la caridad, sin hacer demasiados cálculos, con la «santa locura del amor». Y si falta el amor, ¡estamos acabados!”.
Una obra pionera al servicio de los enfermos
En el marco de la audiencia, Francisco recordó como María Angustias Giménez, la Venerable María Josefa Recio y San Benito Menni, fueron inspirados por el carisma de San Juan de Dios, iniciando una obra pionera para aquellos tiempos, al servicio de los últimos entre los últimos: los enfermos mentales. “Esto es algo hermoso, sin intereses humanos. Así nacieron las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón. Y desde entonces habéis continuado su misión, extendiendo la asistencia a cada vez nuevos sufrimientos y pobrezas, para hacer presente la misericordia de Dios en la práctica de la hospitalidad, con especial atención a la recuperación y rehabilitación integral de las personas”, destacó el Santo Padre.
El Papa, además, bendijo a la nueva Superiora general de la Congregación, hermana Idília Maria Carneiro, y les agradeció por su trabajo y les pidió que “por favor no pierdan la alegría, no pierdan la sonrisa y la alegría de vuestro corazón”.
Al finalizar la audiencia, la hermana Idília Maria Carneiro, agradeció la bendición, el ánimo y el acompañamiento del Santo Padre y comentó: “Hemos compartido un momento muy emotivo, muy bonito. El Papa nos ha acogido con su sonrisa. Le he pedido la bendición para la Congregación, especialmente, por esta nueva etapa de servicio con personas con enfermedades mentales y discapacidad”.
También reveló que compartieron una linda cuando le entregaron al Papa un regalo que preparado por un grupo de niños de la Fundación Purísima Concepción de Granada. “Realmente fue un momento muy divertido, porque el regalo representaba las distintas etapas de la vida del Papa. Fue ahí cuando Francisco al ver la representación de él mismo preguntó: “¿Este soy yo?, “Bien hecho, muy bien”, comentó la recientemente designa Superiora general de las Hermanas Hospitalarias sobre el presente que le prepararon un grupo de chicos que padecen diversidad funcional.
La Congregación concluirá el XXII Capítulo General el próximo 26 de mayo. Ese día parte del equipo de las Hermanas Hospitalarias expondrá las principales conclusiones de la Asamblea, y se realizará una misa de clausura que abrirá paso hacia un camino renovado de Hospitalidad para todos los enfermos alrededor del mundo, acompañadas por la bendición de Francisco.
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