(ZENIT Noticias / Jerusalén, 24.06.2024).- En un nuevo capítulo de tensiones religiosas en Jerusalén, líderes de las principales iglesias cristianas han levantado su voz contra lo que consideran un «ataque coordinado» por parte de las autoridades israelíes. Estas denuncias surgen a raíz de los recientes procedimientos tributarios iniciados contra las propiedades eclesiásticas, los cuales alteran un estatus quo de siglos y reflejan una creciente intolerancia hacia la minoría cristiana en la región.
En una carta dirigida al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, los jefes de las iglesias católica apostólica romana, ortodoxa griega y ortodoxa armenia expresaron su preocupación ante las cartas de advertencia enviadas por cuatro municipios de Israel. Dichas misivas exigen el pago de impuestos sobre propiedades eclesiásticas, con la amenaza de acciones legales en caso de incumplimiento. Los líderes cristianos sostienen que estas acciones son un intento deliberado de disminuir la presencia cristiana en Tierra Santa.
«Estos esfuerzos representan un ataque coordinado a la presencia cristiana en Tierra Santa», escribieron los jerarcas religiosos, añadiendo que el mundo cristiano sigue de cerca los acontecimientos en Israel y que esta medida parece ser un intento de expulsar a la comunidad cristiana.
La población cristiana en Israel y los territorios palestinos es minoritaria, representando menos del 2% del total. Según el Departamento de Estado de EE.UU., hay aproximadamente 182,000 cristianos en Israel, 50,000 en Cisjordania y Jerusalén, y 1,300 en Gaza. La mayoría de estos cristianos son de origen palestino.
Históricamente, las iglesias han estado exentas del pago de impuestos sobre sus propiedades, una tradición que, según los líderes religiosos, ha permitido destinar fondos a servicios públicos esenciales como escuelas, hospitales y hogares para ancianos. Sin embargo, los municipios de Tel Aviv, Ramla, Nazaret y Jerusalén ahora reclaman deudas tributarias de las iglesias, argumentando que estas no han solicitado las exenciones fiscales correspondientes en los últimos años.
Las autoridades municipales, por su parte, insisten en que se trata de un asunto financiero rutinario. La municipalidad de Jerusalén, en declaraciones a The Associated Press, señaló que está en diálogo con las iglesias para cobrar las deudas por las propiedades comerciales que poseen. Aún no está claro si estas acciones fueron coordinadas entre los municipios o si simplemente coinciden en el tiempo.
Este conflicto no es nuevo. En 2018, las iglesias cristianas cerraron temporalmente la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, uno de los lugares más sagrados del cristianismo, en protesta por un intento previo de las autoridades israelíes de imponer impuestos sobre propiedades religiosas. En esa ocasión, los líderes cristianos argumentaron que lugares como albergues de peregrinos y centros de información tienen propósitos religiosos y culturales esenciales, y que gravarlos fiscalmente violaría la observancia religiosa.
Ante la creciente presión, la prensa israelí informa que Benjamin Netanyahu ha decidido suspender temporalmente los reclamos fiscales, dando un respiro momentáneo a las iglesias. No obstante, la situación sigue siendo tensa y la comunidad cristiana permanece alerta ante cualquier nuevo intento de las autoridades israelíes de imponer cargas fiscales sobre sus propiedades.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.
