(ZENIT Noticias / Roma, 11.07.2024).- Tras los dos recientes pronunciamientos sobre fenómenos marianos (uno negativo para unas falsas apariciones en Trevigano, Italia; y uno positivo para María Rosa Mística, también en Italia), el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha declarado oficialmente que las supuestas apariciones de «Nuestra Señora de todos los Pueblos» en Ámsterdam no tienen carácter sobrenatural. Este veredicto, inicialmente decidido por unanimidad en 1974 y aprobado por el Papa Pablo VI, ha sido finalmente hecho público para despejar las dudas persistentes sobre el fenómeno. Se trata del tercer pronunciamiento en apenas dos semanas.
Un veredicto histórico
En un comunicado difundido el 11 de julio, el Dicasterio explicó que tradicionalmente no se publicaban decisiones sobre supuestos fenómenos sobrenaturales. Sin embargo, debido a la confusión y persistentes dudas en torno a las apariciones reportadas por Ida Peederman, entre 1945 y 1959, se decidió revelar el resultado de la Sesión Ordinaria de la entonces Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, celebrada el 27 de marzo de 1974.
Las resoluciones fueron claras:
- En cuanto a la naturaleza doctrinal: «OMNES: constat de non supernaturalitate».
- En cuanto a la investigación adicional del fenómeno: «OMNES: negative».
Estas decisiones, respaldadas por el Papa Pablo VI en 1974, son ahora comunicadas públicamente para que los fieles y sus pastores comprendan las conclusiones del Vaticano.
Contexto de las supuestas apariciones
Las supuestas apariciones habrían comenzado el 25 de marzo de 1945, cuando Ida Peederman, oriunda de Alkmaar, afirmó haber visto a la Virgen María presentándose como «Señora de todos los Pueblos». A partir de esa fecha, Peederman relató un total de 56 apariciones hasta 1959. Según ella, la Virgen le reveló varios eventos futuros, incluyendo la muerte del Papa Pío XII. La imagen descrita por Peederman fue pintada por Heinrich Repke y ahora se encuentra en una capilla en Ámsterdam.
En 1956, el obispo de Haarlem-Ámsterdam, Johannes Petrus Huibers, declaró que no había evidencia de la sobrenaturalidad de las apariciones. Este juicio fue ratificado en 1974 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, con la aprobación de Pablo VI.
Evolución del reconocimiento y culto
A lo largo de los años, el estatus de las apariciones ha sido tema de debate. En 1996, el obispo Henny Bomers permitió la devoción a «Nuestra Señora de todos los Pueblos» sin reconocer las apariciones. En 2002, su sucesor, Jos Punt, afirmó su autenticidad sin consultar a la Santa Sede, lo que llevó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a intervenir en 2005, modificando partes de la oración asociada a las apariciones para alinearla con la doctrina católica.
Finalmente, en 2020, el nuevo obispo de Haarlem, Johannes Hendriks, reafirmó que, aunque el título de «Señora de todos los Pueblos» es teológicamente aceptable, no implica un reconocimiento de la sobrenaturalidad de las apariciones, alineándose con el juicio negativo del Vaticano.
El Papa Francisco ha subrayado en varias ocasiones que María no debe ser vista como «corredentora» junto a Cristo. En sus homilías y audiencias, ha reiterado que Jesús es el único Redentor, un título que no debe ser compartido ni duplicado.
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