(ZENIT Noticias / Washington, 16.09.2024).- En un giro significativo hacia la defensa de la vida, más de una docena de universidades cristianas en los Estados Unidos han tomado medidas para distanciarse de Planned Parenthood, el proveedor de abortos más grande del país. Este movimiento ha sido celebrado por grupos pro vida como un avance importante en la alineación de estas instituciones con sus principios religiosos fundamentales. El Instituto Demetree para el Avance Pro-Vida, parte de Students for Life of America, ha destacado estos cambios en su reciente “Informe del Proyecto de Escuelas Cristianas 2024”.
Un informe revelador
El informe, basado en una investigación exhaustiva realizada durante el año académico 2023-2024, evaluó a 732 universidades cristianas, asignándoles calificaciones que reflejan su nivel de implicación o desvinculación con Planned Parenthood. Sorprendentemente, el informe mostró un aumento del 10% anual en las relaciones de estas instituciones con la organización abortista desde 2022, lo que ha generado preocupación dentro de la comunidad pro vida.
Sin embargo, el análisis también revela un progreso alentador: 12 universidades rompieron sus vínculos con Planned Parenthood en 2024, lo que permitió que nueve de ellas mejoraran sus calificaciones en el informe. Desde que comenzó este estudio en 2021, se han eliminado 54 conexiones con la industria del aborto.
Un cambio en la actitud de las Universidades
Entre las instituciones que han dado pasos significativos hacia una mayor coherencia con sus valores pro vida, destacan varias que mejoraron sus calificaciones después de cortar relaciones con Planned Parenthood. La Universidad Chaminade en Hawái, por ejemplo, subió su calificación de «B» a «A» al eliminar al proveedor de abortos de su lista de recursos de salud. Del mismo modo, la Universidad Felician en Nueva Jersey siguió un camino similar, logrando el mismo reconocimiento.
Otras universidades que han elevado sus calificaciones incluyen High Point University en Carolina del Norte, Rocky Mountain College en Montana y Villanova University en Pensilvania, que tomaron medidas para cortar lazos con la organización, desde eliminar oportunidades de pasantías hasta borrar cualquier mención de Planned Parenthood como recurso de salud.
Escuelas que siguen atrapadas en la controversia
A pesar de los avances, no todas las instituciones han logrado desprenderse completamente de sus conexiones con la organización de abortos. Universidades como Duke en Carolina del Norte y Santa Clara en California aún mantienen una calificación «F» debido a múltiples infracciones, incluso después de haber hecho esfuerzos por eliminar algunas de sus relaciones con Planned Parenthood.
El informe resalta que la infracción más común entre las universidades cristianas es la inclusión de Planned Parenthood como parte de sus recursos de salud, con un 41.9% de las violaciones atribuidas a este factor. Además, un 25.4% de las infracciones se debió a la oferta de pasantías en la organización, seguido por eventos en el campus en apoyo de Planned Parenthood.
Un debate en evolución
El Proyecto de Escuelas Cristianas 2024 muestra una evolución en la forma en que las universidades cristianas están respondiendo a la presión por alinearse con los valores pro vida. A pesar de un aumento del 33% en infracciones desde el informe del año pasado, el número de escuelas con calificación «A+» también ha crecido un 32%, lo que indica que muchas instituciones están tomando medidas activas para corregir el curso.
Entre las universidades que recibieron calificaciones sobresalientes se encuentran Arizona Christian University, Benedictine College en Kansas y Liberty University en Virginia. Estas instituciones son vistas como modelos a seguir por su firme desvinculación de la industria del aborto.
El futuro de las Universidades Cristianas y Planned Parenthood
Aunque la lucha por eliminar por completo los vínculos con Planned Parenthood está lejos de terminar, los avances logrados por algunas universidades son un paso positivo. A medida que las instituciones cristianas enfrentan el desafío de equilibrar sus principios religiosos con las demandas contemporáneas, la presión de grupos pro vida parece estar inclinando la balanza hacia una mayor coherencia con sus valores.
Este informe no solo destaca los logros recientes, sino que también pone de relieve el trabajo que aún queda por hacer. El compromiso de cortar lazos con la industria del aborto sigue siendo un tema divisivo, pero las acciones de las universidades que han decidido alejarse de Planned Parenthood pueden inspirar a otras a seguir el mismo camino en los próximos años.
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