(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 25.10.2024).- “La Cátedra de San Pedro”, el trono de madera que simboliza el primado de Pedro, permanecerá expuesta al público en la Basílica de San Pedro. Desde el final de la misa del domingo 27 de octubre, en que será llevada al altar de la Confesión de la Basílica Vaticana, al concluir el Sínodo de los Obispos la reliquia estará en exposición. Será la primera con el baldaquino descubierto tras la restauración.
La “Cathedra Sancti Petri Apostoli” ha sido considerada durante siglos la sede episcopal de Pedro: un trono de madera decorado con placas de marfil que representan los Trabajos de Hércules y seis constelaciones. La venerada reliquia ha sido retirada de su monumental «relicario» de bronce dorado, el monumento de Bernini, para permitir su restauración en el ábside de la Basílica, en el marco de las obras de restauración emprendidas por la Fabbrica di San Pietro con vistas al Jubileo.
En esta ocasión, se someterá a una serie de minuciosas investigaciones diagnósticas y cognitivas realizadas en colaboración y sinergia con el Gabinete de Investigación Científica Aplicada a los Bienes Culturales de los Museos Vaticanos. De hecho, ha sido necesario retirar el precioso asiento de madera para evaluar su estado de conservación cincuenta años después de su última extracción (1969-1974).
Muchos consideran que el asiento de madera es el trono del emperador Carlos el Calvo, rey de los francos, que fue coronado en la antigua basílica de San Pedro en la Navidad de 875 por el papa Juan VIII. Sin embargo, no se puede descartar que este asiento imperial del siglo IX haya albergado posteriormente el panel que representa los Trabajos de Hércules, tal vez en referencia a un asiento papal anterior y más antiguo.
El pasado 2 de octubre, en la Sacristía Ottoboni de la Basílica de San Pedro, antes de la Misa de apertura de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, el Papa Francisco pudo observar de cerca la antigua y venerada Cátedra de San Pedro junto con el cardenal Mauro Gambetti, Arcipreste de la Basílica Papal. El Santo Padre dispuso entonces que se exponga para la veneración de los fieles al concluir el Sínodo de los Obispos.
La Cátedra de madera podrá ser venerada y admirada en el altar de la Confesión hasta el próximo 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción. «La Basílica quiere celebrar esta antigua reliquia como la Cátedra del Amor – explica el cardenal Gambetti – El buen Pastor, de hecho, que da su vida por sus ovejas, las conoce una por una y las llama por su nombre, le pregunta a Pedro: “¿Me amas más que estos?”. Y es solo en la fuerza de ese amor, el primero y el más importante de los mandamientos, que Jesús lo inviste de la tarea de apacentar a sus ovejas, convirtiéndolo en su Vicario en la tierra y el primero de los apóstoles. La antigua Cátedra de Pedro es la cátedra del amor porque nos muestra cómo sólo del amor intercambiable puede nacer la verdadera comunidad cristiana, ciertamente sinodal». «Remontándonos a la atmósfera que se respiraba en la primera comunidad cristiana», añade Gambetti, “la Cátedra de Pedro nos habla de un encuentro, reunidos en asamblea, de una Iglesia reunida en torno a su pastor, donde cada uno está llamado personalmente a seguir a Jesús, pero en un camino nunca individualista, sino siempre compartido e iluminado por los hermanos”. «La Cátedra nos enseña que la vida no es poder, sino que es servicio», afirma el padre Enzo Fortunato, director de comunicación de la basílica de San Pedro.
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