el Papa Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los profesores y estudiantes del Estudio Teológico San Pablo de Catania.

el Papa Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los profesores y estudiantes del Estudio Teológico San Pablo de Catania. Foto: Vatican Media

Comunión académica, la mafia y la queja: un discurso del Papa a profesores y estudiantes del sur de Italia

Palabras del Papa a los profesores y estudiantes del Estudio Teológico San Pablo de Catania

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 06.12.2024).- La mañana del viernes 6 de diciembre, día de san Nicolás, el Papa Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los profesores y estudiantes del Estudio Teológico San Pablo de Catania. Se trata de una institución de nivel superior al sur de Italia. El Papa ha tocado temas como la comunión en las instituciones académicas eclesiásticas, la mafia y la queja. A continuación la traducción al castellano de las palabras del Papa:

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Eminencia, Excelencias, queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días y bienvenidos!

Saludo al Moderador del Estudio teológico, al Director del Estudio, a los profesores y funcionarios, y a los estudiantes.

El “Estudio teológico San Paolo” puede considerarse una primicia del Vaticano II: nació en 1969, cuando las diócesis de Sicilia oriental decidieron establecer un único lugar de formación teológica, que con el tiempo se ha revelado fecundo para sacerdotes, religiosos y laicos. Os animo a continuar por este camino: seguid caminando juntos, ofreciendo una formación amplia e incisiva en la vida eclesial y social. Junto con la Facultad de Teología de Palermo, a la que está adscrito, vuestro estudio constituye un modelo que estimula también a otras Iglesias a caminar juntas en este campo. En efecto, cuando hablamos de comunión, debemos incluir también la relación entre las estructuras de formación, que se convierten en laboratorios de comunión y misión, animados por la reflexión teológica. La reciente Asamblea del Sínodo de los Obispos ha subrayado la dimensión sinodal del ministerio de los teólogos y de las instituciones teológicas (cf. Documento final, 67).

La misión de un estudio teológico no puede ignorar el territorio en el que se encuentra. Así, vosotros, ya en vuestro camino académico, experimentáis la eclesialidad, que os sitúa unos junto a otros, en la diversidad de vocaciones y dones y en la búsqueda de nuevos caminos de evangelización. También esto es un signo de los tiempos que hay que captar sabiamente; es un estilo de corresponsabilidad al que os estáis «formando» hoy y que debe continuar en la vida de vuestras Iglesias, valorizando los carismas de cada una. A lo largo de los años, ha aumentado entre vosotros el número de mujeres estudiantes, que ahora están incluidas en vuestras comunidades eclesiales con tareas de responsabilidad pastoral, de enseñanza religiosa y académica: también esto es un signo de los tiempos, en un ámbito en el que la mujer ha sido a menudo desvalorizada en su papel social. Pero no olvidemos que Sicilia es la patria de las santas mártires Águeda y Lucía, que fueron la «semilla» de una fe robusta, capaz de renovarse y de generar testigos siempre nuevos, como, por ejemplo, en nuestro tiempo, los beatos Giuseppe Puglisi y Rosario Livatino.

Vuestra tierra posee maravillosas bellezas naturales y artísticas, desgraciadamente amenazadas por la especulación mafiosa y la corrupción, que obstaculizan el desarrollo y empobrecen los recursos, condenando sobre todo a las zonas del interior a la emigración de los jóvenes. La mafia empobrece siempre, siempre. Sicilia necesita hombres y mujeres que sepan mirar al futuro con esperanza y formar a las nuevas generaciones para que sean libres y transparentes en el cuidado del bien común, para erradicar la vieja y la nueva pobreza.

Y también pienso en una película que os refleja bien: «Kaos». La vi tres veces, porque también tenía que enseñarla. Pero te refleja bien a ustedes, a su cultura. En diálogo con esta cultura, que se expresa en tantas formas de vivir y de pensar, sabed llevar esperanza y compromiso, sabed «abundar en esperanza». Nunca abundéis en la queja, en la resignación, la queja es cosa de gente que carece de coraje. No, avanzad con esperanza y sed misioneros de esperanza. ¡Adelante! ¡Ánimo!

Hermanos y hermanas, hoy se celebra la conmemoración litúrgica de san Nicolás, un santo que une Oriente y Occidente, un pastor de la Iglesia que nos recuerda el concilio de Nicea, en el que participó y donde trabajó para defender la fe en la divinidad de Cristo. Recojamos también el llamamiento que hice con ocasión del aniversario del Concilio de Nicea, para que sea «una invitación a todas las Iglesias y Comunidades eclesiales a proseguir el camino hacia la unidad visible» (Bula Spes non confundit, 17). No nos cansemos de buscar las formas adecuadas para corresponder plenamente a la oración de Jesús «que todos sean uno» (Jn 17, 21).

Que la Santísima Virgen Odegitria, Patrona de Sicilia, acompañe siempre vuestro camino. Os bendigo de corazón. Y, por favor, rezad por mí. Gracias.

Traducción del original en lengua inglesa bajo responsabilidad del director editorial de ZENIT.

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Redacción Zenit

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