(ZENIT Noticias / Washington, 07.01.2025).- La saga de décadas de Theodore McCarrick, que alguna vez fue una figura destacada en la Iglesia Católica, alcanzó otro hito sombrío el 27 de diciembre, cuando un juez de Wisconsin anunció la suspensión indefinida de su caso de agresión sexual debido al deterioro de su salud cognitiva. A los 94 años, McCarrick fue declarado mentalmente incompetente para ser juzgado, una decisión que detiene los procedimientos judiciales sin desestimar formalmente los cargos.
Un caso congelado en el tiempo
El juez del Tribunal de Circuito David Reddy del condado de Walworth determinó que el caso de McCarrick, vinculado a un incidente de 1977 cerca del lago Geneve, permanecería en un limbo legal. «El tribunal no programará más revisiones y el caso permanecerá suspendido hasta la muerte del acusado», afirmó Reddy. El fallo se alinea con las leyes del estado de Wisconsin, que prohíben las desestimaciones formales en casos que involucran a acusados considerados no aptos para el juicio.
La presunta víctima, James Grein, ha sido un firme defensor de la justicia, alegando que McCarrick comenzó a abusar de él a la edad de 11 años y continuó con las agresiones durante varios años. El caso de Wisconsin fue uno de los pocos dentro del plazo de prescripción, lo que ofrece una oportunidad poco común de procesamiento penal. Sin embargo, la salud de McCarrick ha puesto esa posibilidad fuera de su alcance.
Un patrón de acusaciones
McCarrick, quien alguna vez tuvo la distinción de ser el arzobispo de Washington, D.C., fue expulsado del sacerdocio en 2019 después de que una investigación del Vaticano corroborara múltiples acusaciones de abuso sexual contra menores y adultos. Desde 2018, numerosos sobrevivientes han presentado denuncias de abuso que abarcan décadas, revelando un oscuro legado de comportamiento depredador por parte del ex cardenal.
A pesar de estas revelaciones, el plazo de prescripción ha protegido a McCarrick del procesamiento en la mayoría de las jurisdicciones. En agosto de 2023, un tribunal de Massachusetts desestimó otro caso de agresión sexual en su contra debido a hallazgos similares de deterioro cognitivo. Ahora que el caso de Wisconsin está suspendido, McCarrick no enfrenta cargos criminales activos en los Estados Unidos.
Un legado de traición
Para muchos sobrevivientes, la imposibilidad de ver a McCarrick enfrentarse a un juicio es una profunda decepción. Grein, quien ha sido un crítico abierto de la gestión de las acusaciones de abuso por parte de la Iglesia, ha acusado a McCarrick de un patrón de manipulación y traición que se extendió más allá de los confines del caso de Wisconsin. «No se trata solo de un acto, se trata de décadas de daño», ha declarado Grein en entrevistas anteriores.
¿Justicia retrasada, no denegada?
Los expertos legales señalan que la incapacidad de McCarrick para ser juzgado no lo absuelve de responsabilidad. «El sistema judicial puede no emitir un veredicto, pero la evidencia y los testimonios de los sobrevivientes ya han dado forma al registro público», dijo un analista legal.
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