Este documento sólo vale para los seminarios en Italia.

Este documento sólo vale para los seminarios en Italia. Foto: Chiesa Cattolica Italiana

Desmontando una mentira ¿Vaticano aprobó gays en los seminarios?

Nuevo enfoque para la formación sacerdotal en Italia: misión, comunidad y personalización

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(ZENIT Noticias / Rome, 11.01.2025).- Con un nuevo horizonte adaptado a los desafíos contemporáneos, la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) ha introducido un nuevo documento titulado “La formación de los presbíteros en las iglesias en Italia. Orientaciones y normas para los seminarios”. Este texto, que entró en vigor de forma experimental durante tres años a partir del 9 de enero de 2025, busca redefinir los parámetros de formación para los futuros sacerdotes en el contexto de una Iglesia más sinodal y misionera, según lo pedido por el pasado Sínodo sobre la sinodalidad de octubre 2024, y determinado magisterio por Francisco. Este documento sólo vale para los seminarios en Italia. ¿Habla de los homosexuales? Sí, lo especificamos más adelante.

Formación más integral y personalizada

El documento propone un itinerario formativo dividido en cuatro etapas – propedéutica, discipular, configuradora y de síntesis vocacional – que suman un mínimo de ocho años. Sin embargo, destaca un cambio clave: el énfasis en la personalización de los procesos formativos. Lejos de imponer plazos rígidos, se busca adaptar los tiempos según las necesidades individuales, permitiendo que los seminaristas avancen en su madurez espiritual, afectiva y vocacional a su propio ritmo.

Este enfoque no solo prioriza el aprendizaje teológico, sino que también promueve una formación integral que abarca la conciencia, las motivaciones y las convicciones personales.

El papel de la comunidad y la misión

Uno de los pilares fundamentales de este documento es el fortalecimiento de la relación entre el seminarista y la comunidad cristiana. En la fase formativa, se busca un mayor involucramiento del Pueblo de Dios, haciendo que la comunidad participe activamente en el discernimiento y acompañamiento de los candidatos al sacerdocio. Este aspecto refuerza la dimensión misionera y comunitaria de la formación, que ahora se considera inseparable del ejercicio pastoral.

Un enfoque renovado sobre la afectividad y el celibato

El texto subraya la importancia de la formación afectivo-sexual, destacándola como esencial para un ministerio presbiteral auténtico. Más allá de la mera contención de impulsos, se promueve un celibato vivido desde la libertad, el amor generoso y la capacidad de construir relaciones respetuosas y maduras con hombres y mujeres, jóvenes y mayores, familias y consagrados.

El celibato, según el documento, no es solo una renuncia, sino una expresión de amor casto que se aleja del deseo de posesión, invitando a los sacerdotes a una vida de entrega y servicio con auténtica libertad interior.

Inclusión y discernimiento en la diversidad

Uno de los puntos más innovadores y polémicos del documento es su enfoque hacia los candidatos con orientaciones sexuales diferentes. Aunque reafirma las directrices generales de la Iglesia, también insta a no reducir el discernimiento vocacional a este único aspecto. En cambio, se propone evaluar a cada candidato en su totalidad, considerando su personalidad, madurez emocional y capacidad de vivir en armonía con los valores del sacerdocio. Este aspecto ha suscitado perplejidades y ha sido el punto sobre el que se ha enfocado la prensa haciendo pasar el punto como una apertura de la Iglesia a gays en los seminarios, lo cual es falso.

Ciencia psicológica como aliada de la formación

Por primera vez, se otorga un papel más explícito a la psicología en los seminarios. Los candidatos podrán acceder a procesos de acompañamiento psicológico, siempre que estos respeten la privacidad y cuenten con el consentimiento libre de los seminaristas. Esta incorporación busca fortalecer la madurez humana y emocional de los futuros sacerdotes, evitando abusos de conciencia y promoviendo relaciones más saludables y equilibradas.

Vocaciones adultas y nuevas modalidades formativas

El documento también presta atención a las vocaciones tardías y propone modalidades como comunidades semiresidenciales para su acompañamiento. Este enfoque responde a la creciente diversidad de perfiles vocacionales y a la necesidad de atender las sensibilidades individuales en ambientes formativos adecuados.

Respuesta a los retos contemporáneos

Con este marco renovado, la Iglesia en Italia busca formar sacerdotes más preparados para responder a los desafíos del mundo actual, fortaleciendo su capacidad de liderazgo pastoral, misión y comunión. Al integrar la sinodalidad como un principio central, el documento refleja el llamado del Papa Francisco a una Iglesia más inclusiva, dialogante y centrada en el servicio al prójimo.

Aunque este proceso de renovación no está exento de desafíos, marca un paso significativo hacia una formación sacerdotal que no solo responde a las necesidades de la Iglesia, sino que también acompaña con sensibilidad y profundidad a los futuros presbíteros en su camino vocacional. Este documento está a prueba por tres años y aplica sólo a los seminarios italianos.

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Valentina di Giorgio

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