(ZENIT Noticias / Roma, 18.05.2025).- Ofrecemos la tercera parte del artículo de análisis con declaraciones de cardenales a través de las cuales podemos individuar algunos aspectos de lo vivido en el Conclave y las impresiones acerca del nuevo Papa:
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Varios cardenales comentaron una fuerte intervención sobrenatural en el cónclave, pues los votos se sumaron masivamente al cardenal Prevost en la cuarta votación. Zenit recoge sus comentarios para descubrir el nivel superior que se dio en una reunión más que humana.
El Cardenal Jean-Paul Vesco, Arzobispo de Argel, declaró a BFMTV el 10 de mayo que conoció al Cardenal Prevost por primera vez en las congregaciones generales de los cardenales y fue “la ocasión de descubrir esa personalidad simple, humilde, directa, franca”.
También recordó que, antes del cónclave, sentía su estado de ánimo “con una gran serenidad y que finalmente el consenso iba a manifestarse bastante rápido”.
El cardenal Vesco explicó que “no tenía ninguna razón para tener dudas, porque yo no tenía ninguna información. Era del orden de la intuición. Y esa rapidez nos ha sorprendido a nosotros mismos. He aquí que ha ocurrido una cosa que pasó en nosotros pero que nos ha sobrepasado ampliamente. Ya ve, ayer se habría podido estar, si se hubiese estado en una lógica humana, aún en cónclave, intentando mover los peones. Pero, de un solo golpe, misteriosamente, el consenso se hizo. ¡Ya está! Un voto tras otro, sin que hubiese mediado palabra, sin incluso posibilidades de palabra, incluso sin que haya habido consignas de voto. Y eso nos ha sorprendido. Y aquello que nos ha sorprendido, sobre todo, era la alegría profunda que habitaba nuestro corazón, a todos, a todos”.
El cardenal de Argel ahondó en el desarrollo del cónclave: “La diversidad se expresó bastante, por tanto, en la primera votación, la primera votación sirve para eso. Pues, no es traicionar un secreto, imaginar que de hecho durante las congregaciones [generales] todos los cardenales se expresan. Se escucha una gran diversidad de candidatos posibles. Había un juego extremamente abierto. Había mucho… No había uno que saliese verdaderamente del lote al final de las congregaciones. Y (…) muy rápidamente ha habido evidentemente una concentración. En fin, eso era normal. Y después ese misterio: sentir que eso es, que todo el mundo estaba ligado al mismo”.
El Cardenal Thomas Collins, Arzobispo emérito de Toronto, expuso a Global News el 10 de mayo sobre el cónclave: “Es una experiencia profundamente emotiva, muy espiritual. Es una oración, básicamente, mientras nosotros íbamos hasta la Capilla Sixtina, con el canto de la letanía de los santos…”.
También el cardenal filipino Pablo Virgilio David le llamó la atención el final de la elección, con la aclamación general de todos los cardenales en pie: “todos teníamos lágrimas en los ojos”.
El cardenal Lacroix, arzobispo de Quebec, y Primado de Canadá, refirió sobre el cónclave: “Yo fui muy, muy tocado, emocionado. Es una gran responsabilidad. Pero es una cosa que abordé en oración, en oración, preguntando al Señor ¿Quién soy yo para estar entre los 133 que elegirá al Papa? ¿Quién soy yo? (…) Los días en que tuvimos las congregaciones generales, que escuchamos a cada uno (…), podíamos estar en silencio si así lo queríamos o compartir con otros. Yo empleé bastante tiempo en la capilla orando y escuchando. No tenía idea por quien iba a votar”. Después añadió: “Me encontré en la posibilidad de lanzar mi voto por aquel que pensaba ser el que el Señor quería”.
Sobre la elección rápida, por cardenales de tantos países que se reunieron en Roma en pocos días, el cardenal de Québec comentó: “Nosotros elegimos al papa en menos de 24 horas: eso expresa algo. Es una gran declaración de cómo fuimos habilitados a escuchar juntos el deseo de Dios, del Espíritu Santo, y usando nuestra inteligencia y cuanto habíamos escuchado para hacer y llegar juntos a una decisión”.
El cardenal Gerhard Müller fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano entre 2012 y 2017. Es conocido por haber enviado un escrito de dubia, palabra latina que significa dudas, para aclarar la doctrina católica en algunos puntos sobre la sinodalidad, firmado por cinco cardenales.
El cardenal Müller habló con kath.net el de 13 mayo sobre el cónclave: “Transcurrió de manera muy armoniosa. La realidad siempre es diferente a la de las películas. Dios empleó misericordiosamente la escrupulosidad y competencia del Sacro Colegio Cardenalicio de la Iglesia Romana para hacer su propia elección del sucesor de Pedro”.
Subrayó el papel del Espíritu Santo en la elección: “Guía la Iglesia de Cristo. Y oramos para que el mismo Espíritu de Dios fortalezca al recién elegido papa León XIV para unir a la Iglesia en la profesión de Cristo, el Hijo del Dios vivo».
Varón culto, hizo referencia histórica al nombre que ha elegido el nuevo papa: “Su predecesor León I el Grande escribió una famosa carta al Concilio de Calcedonia (año 451) en la que subrayó la unidad inseparable sin confusión de las distintas naturalezas divina y humana en la persona del Hijo de Dios. Esta es la base y el fundamento de la fe católica”.
Tras referirse también al papa León XIII y a su Encíclica Rerum novarum, el cardenal alemán reflexionó sobre su pertenencia la congregación religiosa de los agustinos: “Un cohermano del nuevo Papa, Martín Lutero, ayudó involuntariamente a causar el cisma en los días de los malos papas en la época del Renacimiento. Esto sucedió durante el pontificado del Papa León X. Esperemos que el nuevo papa homónimo, monje agustino como Martín Lutero 500 años después, siga a los buenos y santos papas de los últimos 250 y contribuya a superar las divisiones en la cristiandad y las tensiones en el mundo”.
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