(ZENIT Noticias / Chiclayo, 22.05.2025).- Un relato personal de la humildad pastoral y la calidez personal del nuevo Papa proviene de uno de sus antiguos monaguillos, quien ahora trabaja con la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en Perú.
Santiago, un joven laico que alguna vez ayudó en la parroquia San Martín de Porres, en la antigua diócesis de Chiclayo del entonces obispo Robert Prevost, dijo a ACN que era “una persona muy alegre, muy cercana, siempre dispuesto a hablar… Tenía una manera de conectar con todos, desde los más pequeños hasta los más grandes”.
Santiago dijo que se reunió con el Papa “al menos seis veces” durante su etapa como obispo. Añadió: “Sus sermones siempre me conmovieron. Fueron empáticos, dinámicos y el mensaje era claro y muy cercano, lo cual era una forma de hacer reflexionar. También organizaba retiros para todos los monaguillos de la diócesis, y en ellos nos trataba como iguales, como un pastor entre su rebaño.”
Los proyectos de ACN en la Diócesis de Chiclayo durante el tiempo del Obispo Prevost incluyeron estipendios de misa para sacerdotes y fondos para la formación de cientos de seminaristas y catequistas.
Santiago dijo que un día “llegó con una camiseta de los New York Knicks de la NBA, y [el obispo Prevost] se me acercó y bromeo diciéndome: ‘¡No los apoyes, apoya a los Chicago Bulls, son mejores!’ Fue muy divertido. Tenía un carisma que te hacía sentir parte de algo más grande”.
Añadió: “Solo pensar que este obispo que caminaba entre nosotros, que celebraba la misa en nuestra parroquia y bromeaba con nosotros, ahora es el Papa León XIV… Eso es algo que me llena de orgullo, fe y esperanza”.
Explicó: “Hoy, a través de mi servicio como promotor de ACN Perú, me siento más comprometido que nunca. Ser parte de esta misión es una gran alegría. Poder hablar del trabajo de ACN en tantas partes del Perú y del mundo, ayudando a seminaristas, religiosos, misioneros y comunidades que sufren por su fe, me ha dado la oportunidad de vivir mi vocación”.
Santiago concluyó: «¡El Perú está de rodillas y el mundo está en oración! ¡Viva el Papa León XIV! ¡Viva la Iglesia!».
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