(ZENIT – 6 julio 2018).- «El cardenal Jean-Louis Tauran, que encomiendo a la misericordia de Dios, ha marcado profundamente la vida de la Iglesia universal», ha dicho el Papa Francisco..
El Pontífice ha enviado un telegrama de pésame por la muerte del cardenal Jean-Louis Tauran, ocurrida ayer, 5 de julio de 20128, en Hartford (EE.UU), a su hermana Madame Geneviève Dubert, ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede esta mañana, 6 de julio de 2018, en un comunicado.
«Quiero expresar mis condolencias y mi unión en la oración a los miembros de su familia y a todos los afectados por esta pérdida», ha expresado el Santo Padre. «Guardo un recuerdo conmovedor de este hombre de fe profunda que ha servido valerosamente hasta el final a la Iglesia de Cristo, a pesar del peso de su enfermedad».
Presidente del Consejo para el Diálogo Interreligioso
El Cardenal, del Título de S. Apollinare alle Terme Neroniane-Alessandrine (Diaconía elevada pro hac vice a Título presbiteral), era Camarlengo de la Santa Iglesia Romana y Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
Entrado en el Servicio Diplomático de la Santa Sede ejerció con competencia, entre otras la función de Secretario para las Relaciones con los Estados, narra el Papa en su carta.
Nombrado por el Papa Benedicto XVI a encabezar el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, fue un consejero escuchado y apreciado en particular gracias a las relaciones de confianza y de estima que supo construir con el mundo musulmán.
Sentido de servicio
«En razón de su sentido de servicio y de su amor por la Iglesia, lo nombré Camarlengo de la Santa Iglesia Romana», asegura Francisco.
«¡Que el Señor acoja a su siervo en su paz y en la alegría que nunca termina!», ha deseado el Santo Padre. En prenda de consuelo, el Papa ha enviado a la hermana del cardenal la bendición apostólica, así como a toda su familia, al Colegio de Cardenales, y a todos los parientes del difunto cardenal, a los pastores y fieles de la archidiócesis de Burdeos al igual que a todas las personas que tomen parte en la celebración de sus exequias.
