(ZENIT – 16 septiembre 2018).- «En la cruz de Cristo, está todo el amor de Dios, y su inmensa misericordia» : esta frase del Papa Francisco, pronunciada durante el Vía Crucis de los jóvenes en Río de Janeiro en el Día Mundial de la juventud en Brasil (26 de julio de 2013) acompaña a un crucifijo, un regalo del Papa Francisco que distribuyó en la Plaza de San Pedro, «para que se vea en la casa».
Un crucifijo de plata fue ofrecido a los presentes en el Ángelus este domingo, 16 de septiembre de 2018 por la Capellanía Apostólica, dirigida por el Cardenal Konrad Krajewski.
Dos días después de la conmemoración litúrgica de la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, el Papa distribuyó estos 40.000 crucifijos con una pequeña tarjeta y esta inscripción.
El Papa Francisco presentó y mostró el crucifijo desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, explicando su significado religioso: «Hoy, dos días después de la fiesta de la Santa Cruz, pensé en ofreceros un crucifijo a vosotros los que estáis en la plaza. El crucifijo es el signo del amor de Dios, que en Jesús ha dado la vida por nosotros. Os invito a acoger este regalo y a llevarlo a vuestra casa, en la habitación de vuestros hijos o en casa de los abuelos … Para que se vea en la casa. No es un objeto decorativo, sino un signo religioso para contemplar y orar».
El Papa insistió en la gratuidad y que nadie podía pedir dinero: «¡es un regalo del Papa!».
«¡Agradezco a las hermanas, a los pobres y a los refugiados que ahora distribuirán este regalo, pequeño pero precioso! agregó.
El crucifijo está acompañado por una tarjeta que indica en tres idiomas la frase pronunciada por el Papa Francisco en Río.
Como ahora es una tradición en la distribución de regalos del Papa en la Plaza San Pedro, los pobres, los desamparados y los refugiados, así como muchos voluntarios y religiosos, distribuyeron el regalo.
Los voluntarios y personas necesitadas, más de 300, recibieron un bocadillo y una bebida por parte del Papa Francisco.
© Traducción ZENIT, R. A.