(ZENIT – 14 enero 2019).- El pasado jueves, 10 de enero de 2019, Nicolás Maduro prestó juramento por su segundo mandato como presidente de Venezuela –hasta 2025–, en el Tribunal Supremo de Justicia, en lugar de en la Asamblea Nacional, de mayoría opositora y declarada en desacato.
En este contexto, Alessandro Gisotti, director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, respondió a los periodistas en la mañana del lunes, 14 de enero de 2019, acerca de la presencia de un representante de la Santa Sede en la ceremonia de inauguración de la presidencia en Venezuela. Éstas fueron sus palabras:
“La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con el Estado venezolano. Su actividad diplomática tiene como finalidad promover el bien común, tutelar la paz y garantizar el respeto de la dignidad humana.
Por esto, la Santa Sede ha decidido estar representada en la ceremonia de inauguración de la Presidencia, por el Encargado de Negocios ad interim de la Nunciatura Apostólica de Caracas. La Santa Sede y los Obispos del País continúan trabajando juntos para ayudar al pueblo venezolano, que sufre las implicaciones humanitarias y sociales de la grave situación en la que se encuentra la Nación”.
Maduro, que juró su cargo «por Hugo Chávez y por el pueblo de Venezuela», estuvo respaldado tan solo por cuatro jefes de Estado: el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, de El Salvador, Salvador Sánchez Céren; de Bolivia, Evo Morales; y de Nicaragua, Daniel Ortega.
Asimismo, acudieron a la toma de posesión los presidentes de Osetia del Sur y Abjasia, países no reconocidos por la ONU, así como representantes de países aliados como China, Turquía y Rusia.