(ZENIT – 17 julio 2019).- Según los datos de los últimos dos meses, se registran alrededor de 750 personas al día intencionadas a cruzar la frontera de México – Estados Unidos, un total de unas 250 mil personas al año, así lo asegura monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala, en una entrevista concedida a Vatican News.
Finalmente no se firmó el acuerdo entre el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, y Jimmy Morales, presidente de Guatemala, para constituir al país centroamericano como «tercer país seguro», en relación a los migrantes que atraviesen su territorio con intención de viajar al norte, y los que sean deportados en su intento.
El prelado asegura que el episcopado guatemalteco ejerció presión el pasado fin de semana tanto de parte de la ciudadanía como de los medios de comunicación, para evitar la firma de ese acuerdo.
“Efectivamente no hubo ninguna comunicación oficial. En un momento determinado sí se empezó a decir que el presidente Morales viajaría a Washington para un coloquio con el presidente Trump, pero nunca se habló de qué iba a firmar ni de cuáles consecuencias podría tener para el país. Sin embargo desde EE.UU se empezó a filtrar información de que ya estaba preparado el documento para firmarse y para declarar a Guatemala tercer país seguro.
A última hora hubo gente que presentó amparos en la Corte de constitucionalidad contra el presidente, y finalmente el domingo por la tarde la Corte decretó que el presidente no puede firmar nada sin el visto bueno del Congreso”. De hecho, añadió Mons. de Villa, “si no podemos mantener los nuestros, que quieren migrar, menos podemos atender a la gente que viene del sur”. “Hubiera sido algo bastante desastroso”, confirma Mons. de Villa y Vásquez.
Verdadero «éxodo»
En este contexto, el presidente de los obispos de Guatemala explica que “la migración de Guatemala sigue siendo alta, es de origen mucho más rural que urbano» y describe: «La diferencia es que hasta hace unos tres años la gran mayoría de los que emigraban eran hombres jóvenes, unos aun solteros, otros con familia, pero jóvenes. Pero en los últimos tres años se empezó a difundir que era más fácil llegar o como menores – entonces muchos adolescentes se fueron solos – o también llevando menores. De ahí que últimamente se vayan familias, se van mamás con niños pequeños, y se van cantidades grandes. Hay lugares de Guatemala en donde el efecto es como de estampida, un verdadero éxodo de gente. Y en el fondo, aunque haya otras razones como el maltrato y la inseguridad, creo que la gran causa de la migración es la falta de oportunidades”.
Lo que atrae a tantos guatemaltecos a emigrar a Estados Unidos es la situación de “pleno empleo” que encuentran en el país nórdico, dado que “a los dos días de llegar están trabajando y ganando diez, quince o veinte dólares a la hora, lo cual es diez, quince veces más de lo que podría ganar aquí”, señala el obispo.
Problema crónico
La desnutrición crónica es un tema «también crónico en Guatemala», en el que se mezclan muchos factores de situaciones históricas de exclusión, de falta de alimentos, indica el prelado guatemalteco. «Lo curioso es que Guatemala así como tiene altos porcentajes de desnutrición crónica, tiene pocos casos de desnutrición aguda. Es decir, es una desnutrición crónica de niños que comen mal, pero que sí comen».
Esto sucede, explica Mons. de Villa y Vásquez, porque se ha ido incorporando el fenómeno “muy universal de la comida chatarra”, “que hace que uno vea a veces mamás dándole el biberón al niño con bebidas cola, y eso evidentemente es fatal”. “Es un problema de fondo muy serio que tenemos como país”, señala.
4 propuestas a los candidatos electorales
La justicia, que «está muy en crisis», las «altísimas tasas de impunidad» que hay en Guatemala –parte de la crisis–; el combate a la pobreza y a la pobreza extrema; el tema de fondo en el país: la migración; y una regeneración del sistema político del país, que «tocó fondo»: son las cuatro principales propuestas que lanza Mons. Gonzalo de Villa y Vásquez a los candidatos a presidente del país.
El próximo 11 de agosto se celebrará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, junto con las elecciones legislativas, municipales y las elecciones al Parlamento Centroamericano. “No hay mucho entusiasmo” –asegura el presidente de la Conferencia Episcopal– por ninguno de los dos candidatos que se disputarán la segunda vuelta, a saber, la candidata del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) Sandra Torres, y el candidato del partido Vamos, Alejandro Giammattei.
El reto de la Iglesia
En este contexto, el prelado señala a Vatican News que los desafíos de la Iglesia Católica en Guatemala debe ser en primer lugar «el de la evangelización», tanto en zonas urbanas como en las suburbanas que siguen creciendo estás ultimas, en relación «al alto porcentaje de población rural» en el contexto latinoamericano.
En segundo lugar, el desafío de una “presencia en la vida pública para establecer criterios éticos no sólo desde el punto de vista estrictamente confesional”, sino para que sean un “faro” para el país, que ha visto, observa el guatemalteco, “la elección de muchos alcaldes evidentemente narcos”; lo cual es “un problema de fondo”. “Creo que la Iglesia debe decir las cosas, buscando eliminar problemas y también dándole a la gente un sentido de esperanza, que muchas veces falta en el país”, concluye.