(ZENIT – 22 enero 2020).- Como es tradición, en la festividad de santa Inés, celebrada el 21 de enero, el Papa bendijo ayer dos corderos cuya lana será usada para la confección de los Sagrados Palios de este año, informa Vatican News.
Estos Sagrados Palios se entregarán a los arzobispos metropolitanos que han sido nombrados en el periodo 2019/2020 durante la Solemnidad de los santos Pedro y Pablo, el 29 de junio.
Ornamentos litúrgicos
Tal y como señala el citado medio vaticano, estos Palios son ornamentos litúrgicos de honor y de jurisdicción. Están formados por una faja de lana blanca ancha, de 4-6 cm, adornada por 6 cruces y dos orlas de seda negra cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros. Las cruces constituyen símbolos de las heridas de Cristo.
Los obispos reciben estos ornamentos en signo de comunión con el Pontífice y de la solicitud pastoral del buen pastor, que lleva las ovejas sobre sus hombros.
En 1978, san Pablo VI limitó la asignación del Palio únicamente al Santo Padre y a los arzobispos metropolitanos y, en 1984, Juan Pablo II decidió que su imposición se realizara el 29 de junio.
Tradición en la fiesta de santa Inés
La bendición de los corderos siempre tiene lugar el 21 de enero, en la festividad de Santa Inés. Martirizada en Roma en el año 305, esta virgen y mártir es representada con un cordero, como símbolo de pureza y castidad, indica la misma fuente.
Las dos ovejas son llevadas al Papa en canastas, coronadas con rosas blancas o rojas. Los corderos son criados por los monjes de la Abadía trapense Tre Fontane, situada en Roma. Antes de ser presentados al Santo Padre por los canónicos regulares de Letrán estos son bendecidos en el altar de la basílica dedicada a santa Inés, ubicada al norte de la mencionada ciudad italiana.
Los Palios, por su parte, son tejidos por los benedictinos del Monasterio de Santa Cecilia, en el barrio romano de Trastevere.