La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) ha lanzado este jueves su tradicional campaña de Navidad –la más importante del año– con la que pide la colaboración de todos los españoles para apoyar a los millones de refugiados y desplazados que han tenido que abandonar sus casas en diferentes lugares. El propósito de esta recogida de fondos es ayudar a las Iglesias locales que trabajan con los refugiados y desplazados en sus países de origen.
Según ACNUR, cerca de 60 millones de personas han tenido que abandonar su hogar en el último año. De ellos, el 51 por ciento son niños. Así, 42.500 personas huyen cada día de sus casas, cifras nunca vistas desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque en Europa estamos empezando a visualizar esta emergencia humanitaria, es solo la punta del iceberg. Por cada refugiado que llega al continente europeo, hay 100 desplazados en sus países o regiones de origen, según ha explicado la portavoz de AIN, Raquel Martín, durante la presentación de la iniciativa. Ante esta situación, la ayuda a refugiados y desplazados canalizada por la Fundación se ha multiplicado por 18 en los últimos diez años, pasando de 600 mil euros en 2005 a más de 11 millones de euros en 2015.
La guerra de Siria ha sido la que mayor número de desplazados internos ha provocado en todo el mundo, 7,6 millones, a los que se suman cerca de 4 millones más de refugiados. En proporción, Líbano es el que está acogiendo a un mayor número de ellos, ya que en este país limítrofe con Siria uno de cada tres habitantes es refugiado. Tras cuatro años en Alepo, en medio del conflicto armado, la hermana María de Guadalupe Rodrigo, SSVM, se ha desplazado a España para compartir las experiencias vividas en suelo sirio.
En el acto de presentación de “Una Iglesia de campaña. Con los refugiados en origen”, la religiosa argentina ha afirmado que “hay muchísimo desconocimiento en Occidente sobre lo que está ocurriendo en Siria”, donde millones de personas se ven obligadas a dejar sus casas para no ser asesinadas. “Ayudemos a que no tengan que irse de su tierra. Ayudemos a la paz. Es lo fundamental”, ha subrayado.
Así, la hermana Guadalupe ha señalado que “los cristianos sirios son los mártires de nuestro tiempo”, aunque su llamada de auxilio “no está siendo escuchada” en Europa. Este hecho supone un grave riesgo –ha advertido–, porque “la desaparición del cristianismo en Oriente Medio sería un suicidio para el cristianismo en Occidente”. Pero “la Iglesia se quedará hasta el final, será la última en marcharse y cerrar la puerta a esta desgracia”; “la Iglesia estará allí con ellos hasta que quede el último cristiano”, ha insistido.
Rememorando lo sucedido, la misionera de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado ha relatado que “los rebeldes llegaron a Alepo en 2011. Tomaron un barrio a las afueras de la ciudad el Viernes Santo a las tres de la madrugada e inmediatamente dieron aviso de que los cristianos tenían un plazo de dos horas para abandonar sus casas”. “Muchos de ellos tuvieron que huir en medio de la noche con lo puesto. Pasado el plazo de dos horas, los rebeldes entraron casa por casa decapitando a todos los que se habían quedado y no se convertían al islam”, ha apuntado.
“En estos cuatro años no recuerdo ni un solo día de silencio en Alepo, no han dejado de escucharse disparos, explosiones y bombardeos”, ha proseguido. Ante la amenaza yihadista, los cristianos huyen de barrio en barrio y duermen donde pueden. Hasta el punto de que las escuelas, las parroquias o las propias comunidades religiosas se han convertido en un refugio improvisado por las noches, ha dicho. Todo esto pasa en una ciudad en la que la gente sale a comprar el pan o los niños cruzan la puerta de su casa para ir al colegio y se despiden de sus familiares porque no saben si volverán con vida, ha reconocido. “Lo que ocurrió en París hay que condenarlo, pero ¿qué pasa con nuestros cristianos de Oriente Medio? Lo que sucedió en París sucede todos los días en Siria”, ha lamentado. “Estas personas no quieren dejar sus casas para venir a Europa. Lo que quieren y necesitan es vivir en paz”, ha reiterado.
Recogiendo el llamamiento del papa Francisco, la hermana Guadalupe ha pedido que se frene la venta ilegal de armas –que siempre llegan a manos de los fundamentalistas– o que se deje de comprar petróleo en el mercado negro. Asimismo, ha apelado a la responsabilidad de Occidente y ha rechazado las “intervenciones externas unilaterales”.