La intensa labor del Sínodo de los Obispos está concluyendo. Presentadas las sugerencias de los círculos menores a la última parte del Instrumentum Laboris, la comisión para la redacción del documento final ha comenzado ya su trabajado.
En la rueda de prensa diaria que se ofrece durante el Sínodo en la sala de prensa del Vaticano, participaron este miércoles el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich y Frisinga; el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo y el arzobispo Armagh, Eamon Martin, presidente de la Conferencia Episcopal de Irlanda.
El cardenal Marx ha asegurado que el Sínodo va a terminar, pero no será el fin ya que el Sínodo abre el camino al Santo Padre para que él haga lo que considere más oportuno para la Iglesia. Analizando algunos temas surgidos durante este tiempo de debate, el purpurado ha advertido que toda ideología que está intentando hacer del género una elección individual no será aceptada por la Iglesia. Asimismo ha asegurado que en el Sínodo se ha dicho que en todo el mundo matrimonio y familia son importantes y necesitamos acompañar y reforzar a las familias.
Por su parte, el cardenal uruguayo, ha indicado que en estos días ha podido aprender mucho de figuras estupendas de la Iglesia, cuyo aportación es fundamental. A propósito de los círculos menores, ha explicado que “se ha vivido la diversidad de opiniones con sentido de hermandad, fraternidad y unidad”. Pero, “en los grandes temas estamos todos pensando lo mismo”. También ha querido destacar “el sentido de unidad dado por la figura del Papa”. El purpurado ha recordado que la Iglesia está invitada a acompañar, a estar cerca, abrir puertas. “No puede ser un club de perfecto sino un pueblo de Dios que camina”, ha observado.
El Sínodo necesita encontrar una sinergia, recogiendo las experiencias y las esperanzas en todo el mundo, ha explicado el obispo irlandés. También ha subrayado que el matrimonio es una verdadera vocación. Y como queremos una visión clara de la vocación al sacerdocio o la vida religiosa –ha añadido– por eso tenemos que hablar de la familia.
Durante el tiempo dedicado a responder a las preguntas de los periodistas, el cardenal alemán ha precisado que el Sínodo no es un concilio: “no tiene la capacidad de realizar un documento magisterial. Es un órgano consultivo del Papa, a quien le ofrece propuestas”. Y ha recordado que “nosotros no cambiamos la verdad sino que encontramos una verdad mayor. La verdad es una Persona con la que nos encontramos”. El arzobispo Martin ha asegurado que “si la pastoral no nos ayuda a profundizar y dar forma a nuestra comprensión de la doctrina de la Iglesia, nos volvemos distantes”.