La imagen peregrina de la Virgen de Fátima se encuentra visitando una diócesis portuguesa este martes, 13 de octubre, fecha en la que se conmemora el 98 aniversario de la última aparición y del milagro del sol. La talla que en la década de los 50 recorrió el mundo y que fue entronizada en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en el año 2003, ha emprendido una peregrinación que se prolongará durante todo un año.
Después de dejar el santuario de Fátima el pasado 13 de mayo, la imagen hará el siguiente recorrido por Portugal: Viseu, Braga, Viana do Castelo, Vila Real, Bragança-Miranda, Lamego, Coimbra, Guarda, Portalegre-Castelo Branco, Setúbal, Évora, Beja, Algarve, Santarém, Lisboa, Funchal, Aveiro, Angra do Heroísmo, Porto, Leiria-Fátima.
Esta iniciativa es una forma de sensibilizar y de llamar la atención de cara al Centenario de las Apariciones, en 2017, según han explicado desde el propio santuario. Su rector, el padre Carlos Cabecinhas, ha deseado que esta peregrinación nacional sea “una fuerte experiencia de fe, a través de las celebraciones, momentos de oración y expresiones de piedad popular”, una acción que llegue a “todas las edades” y un momento en el que “todos tengan oportunidad de profundizar el conocimiento y vivencia del mensaje de Fátima”.
Historia de las apariciones
Las apariciones de la Virgen de Fátima se produjeron en Portugal entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos Jacinta, de seis, y Francisco Marto, de nueve, relataron que en medio de una luz vieron a una Señora vestida de blanco en lo alto de la colina de Cova da Iria. Los niños aseguraron que se trataba de la Virgen María, la cual les pidió que regresaran al mismo lugar el 13 de cada mes durante seis meses. Los pequeños relataron que durante estos encuentros la Virgen pidió el rezo del Santo Rosario por la conversión de los pecadores y del mundo entero.
En la noche del 12 al 13 de octubre había llovido toda la noche, y los peregrinos estaban empapados. Los niños llegaron al lugar de las apariciones poco antes del medio día. Lucía confió que la Virgen les dijo “Yo soy la Señora del Rosario”, les pidió que se construyera una capilla allí y les profetizó que la Primera Guerra Mundial pronto terminaría. Los aproximadamente 70 mil espectadores presentes pudieron ver el llamado ‘milagro del sol’: el astro parecía moverse, girar y precipitarse sobre la multitud. Concluido el milagro todos vieron que sus ropas estaban secas.
Según dijeron los videntes, la Virgen entregó también tres mensajes a Lucía. Estos mensajes se conocen como Los tres secretos de Fátima. El primer secreto mostraba una visión del infierno, mientras que el segundo hablaba de cómo reconvertir el mundo a la Cristiandad. El texto del tercer misterio se mantuvo en secreto por muchos años. Solo fue revelado por el papa Juan Pablo II el 26 de junio de 2000 y profetizaba el atentado contra su vida el 13 de mayo de 1981.
Francisco Marto y Jacinta fueron beatificados por el Pontífice polaco el 13 de mayo de 2000. Sor Lucía, quien se consagró como religiosa, falleció en 2005, a los 97 años, en el convento de las madres Carmelitas de Coimbra.
El Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima recibe anualmente cuatro millones de peregrinos.