Los fieles que el día de san Pío X estuvieron en la misa en su honor, en el altar que tiene dedicado en la basílica de San Pedro, se llevaron una sorpresa especial. Entre los bancos estaba el papa Francisco, que desde las primeras horas de la mañana estaba ante el altar rezando de manera privada.
Cuando inició la función, el Santo Padre se quedó allí para participar, recibiendo el abrazo de la paz y la comunión de manos del celebrante, Mons. Lucio Bonora, funcionario de la Secretaría de Estado.
A los numerosos fieles que acudieron a la capilla, el celebrante pidió que confíen a san Pío X todas las necesidades de las propias familias y de la Iglesia, no olvidándose de rezar por el papa Francisco.
Una vez concluida la santa misa, el Pontífice le comentó al celebrante que había rezado de manera especial por los catequistas de Argentina, visto que en su país san Pío X es conocido como ‘el Papa del catecismo’, y patrono de todos los catequistas.
El entonces arzobispo de Buenos Aires, solía encontrar en esta fecha a los catequistas de su diócesis.
Al concluir la misa, Mons. Bonnora ha agradecido de corazón el gesto dell Papa, quien le dijo: “He venido para hacer una oración personal, porque ya había celebrado misa temprano, pero después vi que venias al altar a celebrar y me quedé… Te había dicho que soy devoto de san Pío X».