En el marco de las celebraciones para el quinto centenario de la evangelización de la República Democrática de Timor Oriental, este viernes 14 de agosto de 2015, en las Oficinas del Palacio del Gobierno de Dili, se ha firmado el Acuerdo entre la Santa Sede y la República Democrática de Timor Oriental.
El acuerdo ha sido rubricado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y delegado pontificio para estas celebraciones, y por Rui Maria de Araújo, primer ministro de dicho país.
El Acuerdo, teniendo en cuenta las buenas relaciones que se han desarrollado entre la Santa Sede y la República Democrática de Timor Oriental, y considerando el rol histórico y actual desempeñado por la Iglesia católica en la vida de las Naciones al servicio del desarrollo de la persona humana, “define y garantiza el estatuto jurídico de la Iglesia católica y regula varios ámbitos, entre los cuales el matrimonio canónico, los lugares de culto, las instituciones católicas de instrucción y de educación, la enseñanza de la religión en las escuelas, la actividad asistencial-caritativa de la Iglesia, el cuidado pastoral en las fuerzas armadas y en las instituciones penitenciarias y hospitalarias, y el régimen patrimonial y fiscal”.
Por último, la nota de prensa de la Santa Sede explica que el Acuerdo consiste en un preámbulo y 26 artículos, y entrará en vigor con el intercambio de los instrumentos de ratificación.
En la carta que el papa Francisco escribió al cardenal Parolin para dicho viaje, el Pontífice recordaba el testimonio de los “misioneros emprendedores” dominicos que con “valentía realizaron un largo viaje” superando “innumerables dificultades”, para llevar el Evangelio a la población de la parte oriental de la isla de Timor, colonizada en el siglo XVI por los portugueses, tanto que el país era conocido como Timor portugués. “Es justo y oportuno que este suceso sea recordado adecuadamente”, escribía el Santo Padre.
Timor Oriental consiguió la independencia el 28 de noviembre de 1975, declarada unilateralmente por las facciones pro-comunistas. Pero la libertad duró poco porque en diciembre del mismo año, Indonesia invadió el archipiélago a gran escala, con el apoyo de los gobiernos occidentales, declarándola como su provincia número 27, el 17 de julio de 1976, con el nombre de Timor Timur.
La ocupación militar duró 25 años, y provocó nuevas y sanguinarias luchas por la libertad. En particular, se recuerda la dura represión de Yakarta que eliminó a gran parte de la población, también católica, a pesar de las fuertes condenas de la ONU y de la comunidad internacional.
El 30 de agosto de 1999, los habitantes de Timor Oriental optaron por la independencia en un referéndum patrocinado por las Naciones Unidas, aprobado por la amplia mayoría de la población. Así nació la República Democrática de Timor Oriental, y el país se convirtió el 20 de mayo de 2002 en la primera nación en conseguir la independencia en el siglo XXI. Actualmente, Timor Oriental es uno de los dos únicos países asiáticos cuya religión mayoritaria es el catolicismo. El otro es el archipiélago de Filipinas.