Falta poco más de un mes para la llegada del papa Francisco a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Por ello, monseñor Bernardito Auza, observador vaticano ante la ONU, explica en una entrevista a Radio Vaticano que en el ámbito de su trabajo, y escuchado las intervenciones oficiales de los países miembros de la organización –sobre todo de los países en vías de desarrollo– y las de las grandes organizaciones internacionales que tienen que ver con la economía y el comercio, ha percibido “una creciente concienciación sobre la importancia de la comprensión de una economía más integral”. Y asegura que el llamamiento del Pontífice por una economía “más atenta a los pobres, más atenta con la ecología” es precisamente el espíritu que la ONU quiere poner en el centro de la agenda del desarrollo sostenible hasta el 2030.
A propósito de la relevancia y el impacto que la encíclica Laudato Si’ está teniendo en la comunidad internacional, monseñor Auza asegura que estuvo muy contento desde el inicio por las reacciones positivas que tuvo. Asimismo, indica que durante las recientes negociaciones intergubernamentales sobre la “Agenda post-2015 sobre el desarrollo sostenible” muchas delegaciones citaron el documento pontificio.
Del mismo modo, el prelado cree que “la influencia inspiradora” de la encíclica es muy evidente. Y a propósito de la Conferencia de París de finales de año sobre el cambio climático, asegura que “la inspiración y la filosofía, la teología moral que empuja a los Estados, hombres y mujeres a llegar a un acuerdo, el Papa ya lo ha dado en esta encíclica”.
Finalmente, comentando la visita del Santo Padre a la ONU, el observador vaticano afirma que en las Naciones Unidas “se habla cada día” sobre ello. El primer indicativo de esta expectativa son “las miles de peticiones de billetes que lamentablemente no podemos dar”. Se está trabajando para responder de la mejor forma posible a las muchas expectativas y peticiones para poder ver, incluso de lejos, al papa Francisco, asegura el prelado.