En la Estado-Ciudad del Vaticano está la Pontificia Parroquia de Santa Ana, en honor a la madre de la Virgen María. Este templo que es una joya barroca ha sido confiada a los agustinos. El mismo tiene una larga historia y está situada en uno de los portones de ingreso de la Ciudad del Vaticano, lo que permite al público poder entrar sin necesidad de pasar por el control de los Guardias Suizos o de la Gendarmería Vaticana.
Es la primera parroquia que visitó el papa Francisco apenas nombrado pontífice, cuando los guardaespaldas quedaron por primera vez desconcertados al ver la desenvoltura del Papa latinoamericano en medio de los fieles.
Su ex párroco, el padre Gioele Schiavella, conocido por sus sermones cortos y profundos, acaba de cumplir los 70 años de ordenación sacerdotal y en septiembre los 93 años de edad. Por ello ha sido invitado a concelebrar este martes 28 de julio con Benedicto XVI en la capilla del monasterio Mater Ecclesiae, donde el papa emérito lleva su vida retirada y de oración, dentro del Vaticano.
Junto a ellos estuvieron los otros sacerdotes que operan en dicha parroquia: el actual párroco agustino italiano, Bruno Silvestrini, el filipino Stefano Canuto y el latinoamericano Jafet Ramón Ortega.
Al concluir la santa misa, el papa emérito les ha regalado un rosario a cada uno de ellos, y al festejado su libro “Anunciadores de la palabra y servidores de la alegría”. Y además una cesta de fruta para la comunidad.
En la pontificia parroquia de Santa Ana se encuentra también una imagen de la Virgen María, patrona de un país latinoamericano, Costa Rica, la Virgen de los Ángeles, la cual fue entronizada el 26 de abril de 2014 en una misa presidida por el cardenal Angelo Comastri.