Los patriarcas de varias Iglesias cristianas orientales se han reunido este lunes en Damasco para enviar un mensaje de paz e instar a la reconciliación en Oriente Medio.
Al encuentro, que se ha celebrado en la catedral de San Antonio, han asistido los patriarcas de Antioquía y de todo el Oriente: el griego-ortodoxo, su beatitud Yuhana al Yazigi; el griego-católico, su beatitud Gregorio III Laham; el siriaco-ortodoxo, su beatitud Ignatius Efrem II Karim, y el siriaco-católico, su beatitud Ignatius Joseph III Yunan.
También han estado presentes la máxima autoridad religiosa maronita, el cardenal Bechara Butros Rai, así como el nuncio apostólico, Mons. Mario Zenari.
En el comunicado final, los patriarcas han afirmado su “compromiso con la unidad de Siria y el derecho de su pueblo a vivir en seguridad, libertad y dignidad” y han llamado “al mundo a trabajar en serio para encontrar una solución política a la guerra en Siria, una solución que garantice la paz y el regreso de los secuestrados y los desplazados y el derecho del pueblo sirio a decidir su destino con una libertad total”.
Además, han señalado que el aumento del radicalismo islámico debe ser combatido a través de la enseñanza de “una cultura de tolerancia, paz y libertad de credo”.
“Hacemos un llamamiento a todas las personas que reivindican tener un interés en nuestro destino para que nos ayuden a continuar”, han destacado en su exhortación a la comunidad internacional. “Pedimos que asuman su responsabilidad y detengan las guerras en nuestra tierra”, han insistido.
“Somos personas originarias de esta tierra, profundamente arraigadas a este suelo que fue regado con el sudor de la frente de nuestros padres y abuelos y aseguramos que ahora, más que nunca, nos quedaremos aquí”, han concluido.
Por su parte, Al Yazigi ha destacado que esta reunión es “un mensaje de verdad al pueblo del Levante y al resto del mundo” y que supone un llamamiento a la paz y la reconciliación a la luz de los acontecimientos que tienen lugar en este país.
El patriarca griego-ortodoxo ha acusado también a la comunidad internacional y a la ONU de “negligencia” a la hora de tratar “las heridas sangrantes” en Siria, Líbano, Irak, Egipto, Yemen, Libia y Palestina.
Al Yazigi ha lamentado que los cristianos y otros grupos, tanto minoritarios como mayoritarios, estén pagando “el precio del desplazamiento, el terrorismo y la mentalidad takfiri (musulmana radical)” en todos esos países.
“Pese a todas las circunstancias que han obligado a nuestros hijos a abandonar su patria y pese a las dificultades y miserias actuales, decimos y repetimos que la patria es nuestra identidad, y viceversa”, ha indicado.
En Siria, los cristianos suponían el 10 por ciento de la población antes del inicio del conflicto, en marzo de 2011.
Al igual que muchos de sus compatriotas de otras confesiones religiosas, muchos de ellos han huido del país por la guerra y más recientemente ante la creciente amenaza del autoproclamado Califato islámico.