El Califato islámico ha liberado este domingo en Siria, a 19 cristianos asirios que hacían parte del grupo de 220 personas capturadas como rehenes, en la ofensiva del 23 de febrero en la zona de las aldeas cristianas a lo largo del río Khabur, en la provincia nororiental de Jazira.
Los rehenes, liberados después haber pagado un rescate de unos 1500 euros por cada uno de ellos, llegaron a la iglesia de Nuestra Señora de Hasakeh en dos vehículos procedentes de Shaddadeh, rocafuerte de los milicianos del ISIS (Califato islámico por sus siglas en inglés).
Lo indicó el director de la Assyrian Network for Human Rights, Osama Edward precisando que fueron dejados el libertad, cuando un tribunal islámico ordenó pagar la Jizya, o sea un impuesto establecido por el Corán, que los musulmanes pueden imponer a los de otras religiones que viven en esas tierras, a cambio de protección y sin que deban abandonar su religión o abrazar el islam. Los negociadores fueron funcionarios asirios y líderes tribales árabes de la región.
Los 19 secuestrados que han sido liberados el domingo pertenecen al pueblo de Tel Goran. Entre ellos hay dos mujeres, una de ellas está embarazada y ha tenido que dejar en manos de los yihadistas a una hija de 6 años.
Sobre la liberación, el arzobispoJacques Behnan Hindo, cabeza de la archieparquía siro-católica de Hassakè-Nisibi, en declaraciones a la agencia FIDES indicó: “Es un grupo pequeño, en comparación con los cientos de cristianos que todavía son prisioneros del Daesh (siglas en árabe utilizadas para referirse al Califato islámico), pero las negociaciones continúan para liberar a los otros, y esperamos que esto sea posible”.
Mons. Hindo criticó además la iniciativa de las ‘autodefensas de Irak’, vinculadas al Assyrian Democratic Movement, que según el comunicado que publicaron este domingo, estarían preparadas para intervenir en territorio sirio para defender a los cristianos de Jazira de los ataques yihadistas. Y precisó: “Si quieren luchar contra el Califato, que se alisten en las fuerzas regulares o con los kurdos, sin crear otras milicias confesionales”.
Mientras tanto, las milicias kurdas e incluso el ejército sirio han tomado el control de zonas cercanas a Quamishli, pero aún no han tratado de recuperar los pueblos asirios en el valle de Khabur. “Desde el inicio de la ofensiva yihadista en esos pueblos –indicó a FIDES el Arzobispo Hindo– los ataques aéreos de la coalición internacional contra las posiciones del Estado Islámico, extrañamente se han suspendido”.