Para demostrar que la Iglesia no se opone al estudio científico, los científicos católicos no deberían dudar en compartir su amor por la ciencia con sus comunidades. Esta es la opinión del jesuita y astrónomo pontificio Guy Consolmagno, quien fue galardonado recientemente por la AAS (American Astronomical Society’s) con la medalla ‘Carl Sagan’. En la motivación con la que se ha entregado el premio a Consolmagno se subraya «la excepcional comunicación de un activo científico planetario».
«Guy se ha convertido en la voz de una combinación perfecta entre la ciencia planetaria y la astronomía de un creyente cristiano», informa la AAS en un comunicado de prensa. Y añade: «es una persona racional que logra mostrar excepcionalmente cómo religión y ciencia pueden coexistir para los creyentes».
Según un comunicado de la Compañía de Jesús, Guy Consolmagno ha sido premiado porque «ocupa un posición única en nuestra profesión como portavoz creíble de honestidad científica dentro de un contexto de fe religiosa».
Además de ser conocido por su libro de guía astronómica En Orione gira a la izquierda y de su programa de radio en la BBC «Una breve historia sobre el final de todo» («A brief history of the end of everything»), Guy Consolmagno es conocido también por sus numerosas conferencias que ayudan a transmitir el entusiasmo por el método científico a un público más amplio. En 2014 pronunció un discurso en la Universidad de Georgetown en Washington DC.
Guy Consolmagno se hizo jesuita poco antes de cumplir 40 años y después de haber trabajado en el Observatorio de la Universidad de Harvard, en la MIT y en el Cuerpo de Paz (Peace Corps). Fuertemente unido a su educación jesuita que le ha ayudado a hablar de la fe de forma más abierta, Guy Consolmagno ha afirmado que una de las «bendiciones más grandes de mi vocación» es la «de poder concentrarme en la comunicación de mi pasión por la ciencia dejando que sea siempre la fe la que me guíe».
Este premio será concedido con ocasión de la reunión anual de la 46ª División para las Ciencias Planetarias en Tucson, en Arizona, en el mes de noviembre. El Telescopio Vaticano de Tecnología Avanzada (VATT) se encuentra en las proximidades, al sureste de las montañas del Pinaleno de Arizona, cerca del monte Graham.