Por: P. Jorge Enrique Mújica, L.C.
Por medio de un editorial, el semanario más importante de la Iglesia en México, el semanario “Desde la fe”, de la arquidiócesis de la Ciudad de México, se posiciona sobre el derecho de hablar sobre asuntos de interés público también en periodo electoral.
El 6 de junio más de 93 millones de mexicanos están llamados a las elecciones más grandes de la historia del país, elecciones en las que se deciden 15 de las 32 gubernaturas, 500 diputados federales, 30 parlamentos locales y unas 1,900 alcaldías.
Ante ese hecho, la editorial parte de un planteamiento: cuál es el papel que puede jugar la Iglesia Católica en las elecciones.
A continuación, se recuerda lo delicado de las relaciones Iglesia-Estados en la historia del país, relación que llevó a dos guerras: una en 1857 y otra a inicios del siglo XX, la llamada Guerra Cristera.
La Constitución de México establece en su artículo 24 el derecho de los ciudadanos a elegir su fe y organizarse en torno a ella. Ese mismo artículo prohíbe el proselitismo político por parte de las asociaciones religiosas en los momentos de culto y la asociación o proselitismo para los ministros de culto. Entonces, ¿la iglesia falta a ese principio cuando se posiciona sobre asuntos públicos? Y la respuesta del semanario de la arquidiócesis de México es clara: “No. La Iglesia tiene la libertad y el derecho de propagar su Doctrina, siempre y cuando no se asocie con una opción política o realice proselitismo a favor o en contra de alguna opción en especial. Los temas de importancia de la sociedad, que implican parte esencial de la Doctrina Cristiana, como el combate a la pobreza y el desarrollo económico (el cuidado del prójimo), la seguridad pública (evitar la violencia, el robo, el asesinato), el cuidado de la vida, el cuidado y protección de la familia (orden natural y social), la búsqueda de gobiernos honestos y eficientes (verdad y justicia) no solo pueden, sino que deben acompañar el discernimiento diario y los actos de los fieles cristianos en nuestro país”.
De ahí que tras distinguir la función de iluminar conciencias por parte de los sacerdotes, se exhorte a los fieles laicos a “a que pidan discernimiento a Nuestro Señor, para separar las necesidades reales de los ofrecimientos fáciles, los derechos humanos de las ideologías, y busquen la mejor opción, más allá de la mercadotecnia y los ataques entre candidatos. Y exhortamos a los candidatos a que pongan como su primer objetivo bien común y los problemas cruciales, antes que sus objetivos personales”.
Sobre la libertad de expresión, también para las asociaciones religiosas, particularmente para la Iglesia católica, el Centro Católico Multimedial expresó que la Iglesia tiene mucho qué decir en un México que precisa de orientaciones para razonar el voto.
En la última semana del mes de abril la Secretaria de Gobernación (ministerio del interior) exhortó a las asociaciones religiosas y ministros de culto a respetar las leyes en materia de política y fe.
Hasta 1992 los sacerdotes católicos en México ni siquiera gozaban de reconocimiento como ciudadanos por lo que no podían ejercer el voto. Para el Centro Católico Multimedial estas disposiciones marginan el derecho a la libertad de expresión de los individuos y es una medida hipócrita pues “Otras confesiones han logrado filtrarse en este muro de la política haciendo partidismo activo e incluso hay arrobamientos cuasi mesiánicos y consagraciones al Sagrado Corazón de Jesús”.
Lo citado alude a un partido político de corte cristiano protestante legalmente constituido en México, el Partido Encuentro Solidario (PES) que de hecho apoyó al actual presidente en las elecciones de 2018 (si bien ahora tiene un nombre diferentes) y las referencias explícitamente religiosas que el presidente López Obrador hace en sus conferencias de la mañana.
