Redacción
En apenas cuatro meses, varias enfermeras cristianas han sido acusadas falsamente de blasfemias contra el islam en diferentes hospitales de uno de los países más hostiles contra los cristianos: Pakistán, un país donde la blasfemia conlleva la pena de muerte.
A finales del mes de abril tres enfermeras cristianas del Mental Government Hospital de la ciudad de Lahroe fueron falsamente acusadas de insultar al islam a raíz de un video compartido en un grupo de whatsapp del hospital y en el que se hablaba de la situación en el país, concretamente de un partido político, el Tehreek-e-Labaik.
En otro hospital, el Nursing Superintend Khalida Suleri, el personal musulmán invadió la capilla para recitar rezos musulmanes tras lo cual amenazaron a las enfermeras cristianas y se adueñaron de la capilla. En un hospital de 700 empleados, 105 son enfermeras cristianas que tienen permiso de 30 minutos de oración al día.
Nadeem Samuel, coordinador del Human Liberation Commision Pakistan Holland, ha declarado que en el video no se hallan insultos contra el islam. También se ha referido que el problema es que las enfermeras musulmanas no se llevan con las cristianas. Estas últimas son las que enfrentan discriminación.
Varias enfermeras han pedido al primer ministro de Pakistán poner atención a este incidente y hacer justicia por lo ocurrido pues es muy fácil en un país como Pakistán ser acusado de blasfemia sin pruebas, con el riesgo de perder la vida que esto implica.
Como informamos en ZENIT recientemente, el Parlamento Europeo pidió al gobierno pakistaní acciones con la ley de la blasfemia.