Por: Valentina di Giorgio.
(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 02.02.2021).- La última semana de octubre concluyó la visita ad limina de los obispos polacos al Papa. Se trata de una visita que, en principio, todos los obispos de todas las conferencias episcopales realizan al Santo Padre y a la Curia Romana cada cinco años. En este caso los obispos polacos iban en retraso por diferentes razones, especialmente la pandemia.
Algunos medios de comunicación asociaron esta visita con las más recientes medidas punitivas que la Santa Sede aplicó con algunos obispos envueltos en casos catalogados dentro del concepto genérico de “encubrimiento” a clérigos abusadores. La realidad es que la visita tenía otra motivación.
Sin embargo, las medidas disciplinares aplicadas a algunos obispos (véase este artículo del pasado 18 de junio) fueron tema de discusión en la visita a la Congregación para los Obispos cuyo prefecto es el Cardenal Marc Oullet. Ahí el presidente de los obispos polacos, Mons. Stanislaw Gadecki, manifestó a nombre de sus colegas que se “han hecho comentarios críticos sobre el trato de la Santa Sede a los obispos a quienes se les han impuesto castigos por faltas, transgresiones o actos de olvido en el trato con el clero acusado de pedofilia”. Según Gadecki, “Algunos destacaron las penas desproporcionadas y duraderas impuestas a los obispos después de las investigaciones iniciales, cuando los delincuentes pedófilos pueden salir de prisión después de cinco años y comenzar una nueva vida”. Eso contrasta, según el mismo obispo polaco, con “la muerte social de un jerarca acusado, que no es pedófilo, pero es destituido, cae en la infamia y efectivamente aniquilado en los medios”.