El Movimiento de Schöenstatt. Foto: Debora Debs (archivo)

Papa Francisco y el Movimiento de Schöenstatt cara a cara: el superior general a audiencia privada

El Movimiento de Schöenstatt es una de las realidades eclesiales que, en los últimos años, como el Regnum Christi, el Sodalicio de Vida Cristiana, los Memore Domini o los Heraldos del Evangelio, han sido intervenidos de alguna forma por la Iglesia.

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(ZENIT Noticias /Ciudad del Vaticano, 23.11.2021).- Por la mañana del jueves 25 de noviembre, el Papa recibió en audiencia privada al P. Juan Pablo Catoggio, desde 2015 presidente del Movimiento de Schöenstatt y superior general de los padres del mismo nombre.

La Sala de Prensa de la Santa Sede da cuenta de la audiencia privada en su reporte diario, pero sin comentar nada acerca del contenido del encuentro.

El Movimiento de Schöenstatt es una de las realidades eclesiales que, en los últimos años, como el Regnum Christi, el Sodalicio de Vida Cristiana, los Memore Domini o los Heraldos del Evangelio, han sido intervenidos de alguna forma por la Iglesia. De hecho, hace unas semanas, el 30 de octubre, Francisco recibía también en una audiencia privada al superior del Sodalicio, José David Correa.

Un episodio reciente en la historia del Movimiento de Schöenstatt que ha dividido a integrantes del mismo fue la revelación, en 2020, de informaciones hasta entonces de poca visibilidad pública sobre la figura del fundador de Schöenstatt, el P. José Kentenich. Durante unas investigaciones de la dra. Alexandra von Teuffenbach sobre Sebastián Tromp, perito durante el Concilio Vaticano II, la historiadora dio con informes relacionados con una visita canónica por parte de la Santa Sede al Movimiento de Schöenstatt en 1951. El padre Tromp fue el visitador canónico y por eso, realizando estudios de investigación sobre este personaje, la historiadora dio sin intención con lo posteriormente revelado a través de una publicación en el blog de Sandro Magister. Tras esa visita se ordenó la separación del P. Kentenich de su fundación, especialmente de las religiosas. Aunque no se explicita la causa, ese alejamiento estaría relacionado, según las investigaciones de la dra. von Teuffenbach, con abusos sexuales y/o de poder sobre religiosas del Movimiento.

Ante estas revelaciones, la diócesis de Tréveris optó por revisar el caso a través de una comisión, posteriormente seguir un procedimiento diferente, y de este modo retardar el proceso que anteriormente intentaba derivar en la beatificación del padre Kentenich, proceso que a su vez tenía la intención de concluir con la beatificación de este fundador.

El 12 de marzo de este año, el padre Catoggio, argentino como el Papa Francisco, admitió desde la web institucional del Movimiento de Schöenstatt más acusaciones de abuso hacia el padre Kentenich:

Existió una acusación elevada por un ciudadano estadounidense contra el P. Kentenich, en la que dicho ciudadano declaraba que el P. Kentenich habría abusado sexualmente de él en los años 1958-1962. (El P. Kentenich vivió en Milwaukee, EE.UU., entre 1952 y 1965).

Mons. Ackermann comunicó que estas acusaciones habrían sido presentadas en 1994 a la arquidiócesis de Milwaukee y también examinadas allí:

“La investigación de las acusaciones por parte de la arquidiócesis de Milwaukee finalizó con un informe redactado por el tribunal eclesiástico del lugar. En dicho informe se expone la convicción de que hasta ese momento no existía motivo alguno para seguir investigando dicho asunto. En el marco de la fase diocesana se nos envió todos esos documentos. Fueron evaluados con el resultado de que la investigación llevada a cabo por la arquidiócesis de Milwaukee era coherente y podía considerarse como concluyente.”

La Presidencia Internacional del Movimiento de Schoenstatt tomó conocimiento de dichas acusaciones en 1997, cuando las actas de la investigación realizada en la arquidiócesis de Milwaukee fueron enviadas a Tréveris, porque allí está en curso el proceso de beatificación del P. José Kentenich. La Presidencia Internacional no tuvo información sobre el contenido exacto de esas acusaciones ni tampoco acceso al examen de las actas. Más tarde se comunicó que toda la documentación de ese trámite judicial fue agregada a las actas del proceso de beatificación, a fin de que esté disponible para su examen en el contexto del proceso romano. Dado que ese asunto recae exclusivamente en el área de competencia de ambas diócesis mencionadas, hasta ahora no les era permitido a los responsables del Movimiento de Schoenstatt informar sobre ello.

En la entrevista, Mons. Ackermann anunció que quiere volver a examinar esa parte finalizada del proceso de beatificación, para comprobar “si la investigación hecha por entonces puede ser considerada como suficiente a la luz de los criterios actuales”.

Resulta altamente previsible que esta audiencia privada puede derivar en la suspensión definitiva de todo proceso que mire al reconocimiento del fundador de Schöenstatt como santo y se abre la puerta también a una nueva visita canónica que, como ha sido el caso de otros movimientos, verifique el estado interno de esta fundación que, no obstante todo, incluso el fundador, ha sido un camino de santificación para cientos de católicos en el mundo.

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Redacción Zenit

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