(ZENIT Noticias / San Petesburgo, 29.03.2022).- El viernes 25 de marzo el Papa consagró a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en la basílica de San Pedro del Vaticano. Aunque fue la consagración con más visibilidad, sin embargo no fue la única. De hecho, en territorio ruso también los católicos vivieron una consagración.
La noche del 25 de marzo el Arzobispo Emérito Tadeusz Kondrusiewicz celebró la Santa Misa en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en San Petersburgo, con la que se unió al Papa en el Rito de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.
El honorable jerarca, cuya vida está relacionada con el renacimiento de la Iglesia Católica en Rusia después de un período de persecución soviética de la fe, hace más de un cuarto de siglo en ese mismo santuario hizo una consagración similar, que ahora es nuevamente retomada por el Papa Francisco y en unidad con la Iglesia universal.
En su homilía, el arzobispo Kondrusiewicz recordó la importancia de la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de San Petersburgo en su vida personal, ya que durante sus años de estudiante en la ciudad del Neva, fue el único santuario católico en funcionamiento. Gracias a ella, el futuro jerarca logró mantener la fe en los tiempos difíciles del ateísmo en la ciudad de las tres revoluciones.
“A principios de la década de 1990 comenzó en esta iglesia el proceso de revivir la Iglesia en San Petersburgo y el noroeste de Rusia. Esta iglesia ha desempeñado durante mucho tiempo el papel de la curia diocesana improvisada de la región del noroeste de Rusia, donde el obispo se reunía con sacerdotes, personas consagradas y fieles. Aquí se escribieron decretos y otros documentos”, dice.
“En esta iglesia dediqué Rusia al Inmaculado Corazón de María durante la peregrinación de la figura de Fátima, que tuvo lugar en 1996-1997”, agregó. Un cuarto de siglo después, la Providencia de Dios ordenó que sea en esta iglesia donde se tuviese el Rito de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, en comunión con el Papa Francisco y los obispos de todo el mundo
El arzobispo Kondrusiewicz contó también a los fieles sobre sus tres encuentros con la vidente de Fátima, la hermana Lucía, durante los cuales destacó la importancia de la consagración que San Juan Pablo II hizo de Rusia en 1984 y los cambios que siguieron, especialmente en el campo de la libertad religiosa.
El honorable jerarca subrayó que a la luz de la tragedia a los ojos del mundo entero, la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María es de gran importancia: “El mensaje de María de 1917 se puede resumir en las siguientes palabras: “Si os convertís y rezáis, todo irá bien. Si no, el mundo estará en una situación desesperada».
La humanidad desobedeció a María y vinieron problemas. Vino la Segunda Guerra Mundial con sus millones de víctimas. Son también tres generaciones de persecución a causa de la fe.
Mons. Tadeusz Kondrusiewicz animó a todas las personas de buena voluntad a rezar sin cesar por la paz en Ucrania.
Con información de Catholic.by