Por: Felipe D’Avillez y John Pontifex
(ZENIT Noticias / Makurdi, 11.04.2023).- Más de 35 personas murieron el Viernes Santo en el Cinturón Medio de Nigeria cuando unos hombres armados abrieron fuego en un campamento de desplazados internos.
En un mensaje enviado a la organización caritativa católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Padre Remigius Ihyula, de la diócesis de Makurdi, dijo: «Los [pastores] fulani llegaron a un campo de desplazados internos para matar a estas almas inocentes».
Informes procedentes de la región, en el estado de Benue, afirmaban que los presuntos pastores «invadieron» el recinto de una escuela primaria, donde acampaban los desplazados internos, y empezaron a disparar indiscriminadamente, dejando a cerca de 40 personas gravemente heridas. Según los informes locales, la gran mayoría de los muertos eran mujeres.
El Padre Ihyula dijo: «El [lugar] es bien conocido y se utiliza como refugio para personas de asentamientos vecinos como Udei, que, de vez en cuando, acuden a la escuela para dormir [o] quedarse debido al miedo y la inseguridad en sus pueblos. Junto a la escuela está la casa de Zaki Bernard Shawa, que también perdió a dos hijos en el ataque, mientras que frente a la escuela está la autopista Makurdi-Lafia con un puesto de control policial».
El Sr. Shawa, jefe de distrito de Nyiev, la zona donde tuvo lugar el ataque, fue citado en informes locales diciendo: «A algunos [de los que murieron] les dispararon justo en sus habitaciones, mientras dormían, y a otros, entre ellos dos de mis hijos, los sorprendieron corriendo y los mataron».
Según el Padre Ihyula, los atacantes destruyeron propiedades, incluidos vehículos.
Sólo en la diócesis de Makurdi hay dos millones de desplazados internos, la mayoría cristianos, repartidos en siete campamentos.
El Padre Ihyula dijo a AIN que la mayoría de los desplazados internos solían ser autosuficientes, pero ahora dependen totalmente de las limosnas. Los campos carecen de equipamiento básico, como camas, y la gran mayoría de los desplazados tienen que dormir en el suelo.
La animosidad entre pastores nómadas y agricultores viene de lejos, pero el conflicto se ha agravado debido a las armas automáticas procedentes de Libia que inundan el mercado negro.
La situación se ha agravado por las diferencias religiosas, ya que la mayoría de los fulani son pastores y la mayoría de los agricultores de la región son cristianos.
Existe el temor de que la violencia fulani esté siendo avivada por quienes quieren eliminar a los cristianos de la región.
Con información de Ayuda a la Iglesia Necesitada.