(ZENIT Noticias / Ciudad de México, 22.05.2023).- El domingo 21 de mayo, al concluir la misa de 12 en la catedral de la ciudad mexicana de Durango, un sujeto intentó asesinar al Arzobispo Faustino Armendáriz Jiménez, quien salió ileso del atentado que tuvo lugar en la sacristía.
Un hombre anciano se acercó al Arzobispo Armendáriz y con un cuchillo trató de asesinarlo. «Agradezco a Dios, a la Santísima Virgen, la Inmaculada Concepción, y a los Santos Mártires, hoy en su fiesta, me hayan protegido de esta agresión contra mi integridad física, en sacristía de Catedral de Durango.Dios bendiga a todos por sus palabras de solidaridad y sus oraciones», escribió el prelado en su cuenta de Twitter.
El presidente de los obispos mexicanos, Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey, emitió una declaración la mañana del lunes 22 de mayo en la que expresa a nombre de todo el episcopado «nuestra solidaridad y repudio al atentado en contra de Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, Arzobispo de Durando, acontecido el día de ayer en la Catedral de Durango. En momentos como estos, es crucial que nos unamos como sociedad y reafirmemos nuestro compromiso con los valores fundamentales de la paz, la tolerancia y el respeto mutuo».
Mons. Cabrera dice que los obispos mexicanos «Rechazamos cualquier forma de violencia y fanatismo, y llamamos a la promoción del diálogo y la reconciliación como medios para resolver nuestras diferencias. Agradecemos a nuestra madre, la Virgen Guadalupe por la protección de nuestro hermano Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, pedimos a Dios nos conceda la Paz que tanto anhelamos y rogamos por la conversión de quienes causan tanto dolor a la sociedad».
Por cuanto refieren desde la Arquidiócesis de Durango, Mons. Faustino no sufrió ninguna herida y en consecuencia no está en ningún peligro de salud.