(ZENIT Noticias / Osnabrück, 24.02.2024).- En 2023 el obispo Franz-Josef Bode, de la diócesis alemana de Osnabrück, la posibilidad de que los luteranos comulguen en misas católicas en el territorio de su diócesis, incluso si no aceptan la doctrina católica sobre la Eucaristía. Aunque ya renunció, la práctica sigue vigente.
El canónigo de la catedral de Osnabrück, padre Reinhard Molitor, declaró a Aussicht que dan la comunión durante la eucaristía católica a los protestantes como gesto de «gran apertura de puertas y un paso importante que permite que las iglesias sigan creciendo juntas».
La entrevista en realidad es a tres pues en ella interviene también el pastor luterano Günter Baum y ambos resaltan lo que denominan “hospitalidad eucarística”. El canónigo consideró que es «una disposición excepcional», pero «no es una revolución», aunque se encamina a una mayor intercomunión eucarística que se trasladará a «funerales, servicios escolares, celebraciones de Primera Comunión, Confirmación y Conmemoraciones ecuménicas».
El padre Reinhard expuso que «la diócesis de Osnabrück fue la primera diócesis alemana en hacer oficial la invitación a la hospitalidad eucarística en junio de 2023. (La diócesis de) Rottenburg-Stuttgart también trabaja en una regulación similar. Otros obispados dudan. Creo que podría aplicarse a toda la iglesia».
Cerca de la celebración Kirchentag ecuménica, en junio de 2023, la diócesis de Osnabrück publicó la guía “Levántate y come o el camino será demasiado largo para ti”, manifestando mayor hospitalidad eucarística entre católicos y luteranos. Esta guía fue aprobada por el obispo Bode poco antes de su renuncia en marzo de 2023, en una publicación de la diócesis de Osnabrück.
El pastor Baum expresó su personal visión desde los reformados: «Estoy muy contento y, de hecho, nunca antes había asistido a la Eucaristía. Siempre fue un gran dolor y una carencia. La comunión en la Palabra estaba allí, pero la comunión en el pan no. Ahora es diferente. Ya no tenemos que entrar sigilosamente, sino que estamos oficialmente invitados, sin dejar en la puerta nuestro entendimiento evangélico de la Cena».
Las palabras del pastor luterano no expresan intención de que los católicos pidan a los protestantes aceptar la doctrina católica sobre la Eucaristía y el carácter sacrificial de la Misa. La mayoría de los evangélicos celebran la llamada ‘Cena del Señor’ como un simple símbolo, donde se realiza una representación de lo sucedido en la Última Cena, pero sin la transubstanciación que es dogma irrenunciable en la Iglesia Católica. Bueno, salvo en esta parte de Alemania.
El pastor Baum subrayó los cambios en la convivencia ecuménica de los luteranos: «Ahora celebramos la Cena con más frecuencia, manejamos los dones con más sensibilidad: antes, el campesino se llevaba los restos de pan y los daba a las gansas. Ahora hemos aprendido: cuando tenemos cristianos católicos en los servicios, debemos manejar el pan y el vino con más cuidado».
También comentó la disposición a más pasos «hacia la intercomunión, la celebración común de la Eucaristía y la Cena en la misma mesa. Actualmente, esto aún no es factible. El problema es que la comunión surge a través de la Cena y la Eucaristía, pero sin comunidad ecuménica».
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alemana hasta el año pasado y figura importante en el «Camino Sinodal», Franz-Josef Bode, presentó su renuncia como obispo de Osnabrück en enero de 2023. El 25 de marzo de 2023, el Papa Francisco la aceptó.
La Iglesia católica no permite oficialmente esta práctica. La razón es que cree que en la misa el pan y el vino real y verdaderamente se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Los protestantes no creen esto y por tanto no hay de hecho una real comunión en lo más esencial y en torno a quien gira la vida de la Iglesia que es la presencia real de Cristo.
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