Daniel Beurthe
(ZENIT Noticias / Punjab, 16.06.2024).- Los cristianos en Pakistán han exigido a los funcionarios de Punjab que lleven ante la justicia a los perpetradores del brutal ataque contra Nazir Gill Masih, en Sargodha, que resultó en su muerte.
En un informe reciente, la Comisión Nacional para la Justicia y la Paz (NCJP) de la Iglesia Católica se hizo eco de una declaración emitida por la Conferencia de Obispos Católicos de Pakistán condenando el asesinato y el “persistente uso indebido de las leyes sobre blasfemia”.
El informe decía: “Se debe aplicar una justicia rápida e imparcial para restaurar la confianza en el sistema legal… y responsabilizar a los agentes de policía por su inacción”.
Exigió que “no se registren cargos falsos de blasfemia contra ningún cristiano y que se les brinde protección”.
El informe describía la minuciosa investigación llevada a cabo por el NCJP sobre los acontecimientos que condujeron a la falsa acusación de blasfemia y el ataque contra Masih, y afirmaba que sus vecinos “supuestamente guardaban rencor contra la familia de Nazir, que es relativamente acomodada, y su negocio de calzado iba bastante bien. También había un nivel de celos hacia esta familia cristiana».
El informe detalla una serie de protestas pacíficas organizadas por el NCJP y el arzobispo Joseph Arshad en varios sitios gubernamentales y religiosos en Islamabad y Gujuranwala, en las que miembros de la comunidad cristiana expresaron indignación por el ataque y exigieron justicia para Masih.
La NCJP también proporcionó una serie de recomendaciones a las autoridades paquistaníes destinadas a prevenir incidentes similares en el futuro, mejorar los protocolos de aplicación de la ley y fomentar el diálogo interreligioso.
Entre estas recomendaciones se encontraba un llamado a una investigación judicial para establecer la responsabilidad por el ataque, la provisión de una pronta compensación financiera, apoyo legal y asesoramiento sobre traumas para la familia del Sr. Maish.
El informe también pide la implementación de medidas de seguridad para brindar protección a la comunidad cristiana y evitar que en el futuro se presenten contra ellos cargos falsos de blasfemia.
La NCJP concluyó su informe afirmando que la organización “sigue comprometida a garantizar la justicia y la paz, instando a las comunidades locales e internacionales a apoyar sus esfuerzos para proteger a las poblaciones vulnerables”.
Masih murió en el hospital el 3 de junio tras haber sido golpeado por una turba el 25 de mayo.
El cristiano, de unos 70 años, estaba siendo tratado en el Hospital Militar Combinado de Rawalpindi, donde había sido sometido a dos operaciones quirúrgicas, pero sucumbió a causa de heridas en la cabeza.
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